Como hemos descubierto el mundo de las letras ha tenido un fuerte y constante vínculo con el universo deportivo. Pues sabemos que diversos exponentes literarios han tenido un pasado que se entrelaza con alguna actividad deportiva.

En el caso del escritor J.R.R. Tolkien, ese pasado es su conexión con el tenis, ya que pocos saben que el autor que ideó y escribió “El Hobbit”, y “El Señor de los Anillos”, solía jugar al tenis constantemente. 

DEL DEPORTE A LA LITERATURA

La historia nos dice que Tolkien solía ocupar su tiempo jugando al tenis con sus amigos y colegas. La actividad tenística de Tolkien prosiguió incluso pasados los 40 años, momento en el que sufrió el infortunio en el tobillo jugando contra Augus McIntosh, veintidós años más joven que él. Tal acontecimiento fue hecho público por Ben Rothenberg en el New York Times.

Aquella lesión en el tobillo alejó a Tolkien de las canchas, imposibilitando un buen desplazamiento, y de alguna manera lo llevó a escribir más concentrado, con mayor disciplina.

Debido a esa constancia en sus letras, surgió El hobbit y la famosa saga de El Señor de los Anillos, primero como bestseller, para que años más tarde fuese un éxito en  taquilla cinematográfica.

MÁS QUE UN MUNDO DE ELFOS

El escritor más influyente en la literatura fantástica del siglo XX dejó una traducción en prosa de “Beowulf” al inglés moderno antes de triunfar con su mundo de orcos, elfos y enanos. La historia del héroe gauta cuenta originalmente con 3.182 versos y ha sido transmitida en el tiempo gracias a los textos recogidos en el “Códice Nowell’ y en el “Cotton Vitellius A.xv”, manuscrito medieval que data del siglo XII.

La traducción de “Beowulf” de J.R.R. Tolkien, acabada en 1926, fue un trabajo temprano de carácter muy peculiar. Sin embargo, contiene elementos que después Tolkien usaría en sus obras de la Tierra Media. Por ejemplo, el dragón es un presagio del Smaug de “El Hobbit”.

J.R.R. Tolkien nació el 3 de enero de 1892 en Bloemfontein, sus obras se han traducido a más de 40 idiomas en todo el mundo. En 1972 fue nombrado Caballero del Imperio británico y Doctor honoris causa por la universidad de Oxford. Murió un año más tarde a los 81 años de edad. 

Y hoy sabemos que debido a una lesión su mundo fue absorbido narraciones medievales en lugar de la historia sobre una cancha de tenis.

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