EXTREMOS

LOS RETOS DE LA ESQUIADORA MEXICANA KARLA SCHLESKE

 

La deportista Karla Schleske sabe que México ha tenido muy pocos atletas olímpicos de invierno, pero está decidida a superar la historia y la edad para lograr sus objetivos.

Desafortunadamente este año no lo conseguirá, pues Schleske se golpeó la cabeza al caerse en su última carrera de clasificación para los Juegos de Pekín a principios de este mes. Pero está convencida de que su sueño solo se ha retrasado. El tiempo, dice, la esperará.

“Esto no ha terminado”, promete. “Me centraré en la siguiente”, dice segura de que hay futuras Copas y campeonatos del mundo.

Schleske es una aspirante a los Juegos Olímpicos de Invierno poco común, y no solo porque empezó a esquiar el pasado febrero, un año antes de la inauguración de los Juegos de Pekín. 

Sino también por su edad: a los 39 años, es 12 años mayor que el promedio de los medallistas olímpicos de esquí.

Además, el esquí es su segundo mejor deporte. El octavo mejor, en realidad, si se tiene en cuenta que fue bicampeona de México y plusmarquista nacional de heptatlón en siete pruebas. 

Sin embargo, su mejor puntuación, conseguida cuando ganó su segundo título nacional consecutivo en 2011, se quedó a 694 puntos de la norma de clasificación olímpica para los Juegos de Londres 2012.

En 15 años de carrera, nunca se acercó. Así que después de que un aterrador ataque epiléptico en 2019 le hiciera perder el conocimiento, abandonó el atletismo y su búsqueda de llegar a los Juegos de Verano y decidió probar con los de invierno.

“Fui al médico y le hablé de este loco objetivo de que quiero ser atleta olímpica. Así que le pregunté: ‘¿Aún puedo hacerlo?’”, recuerda. “Me dijo: ‘No puedo estar 100% seguro de que esto no vuelva a ocurrir. Ten cuidado’. Así que me dije: ‘Bien, voy a hacerlo. No me importa’”.

Solo seis mujeres mexicanas han competido en unos Juegos Olímpicos de Invierno y ningún mexicano ha conseguido medalla, siendo el mejor resultado del país en 1928, cuando su equipo de “bobsleigh” de cinco hombres terminó en el puesto 11.

Durante gran parte de 2020, la pandemia limitó los lugares a los que podía ir, retrasando el inicio de su nueva carrera durante más de un año. El pasado mes de febrero acabó en la nieve, en Breckenridge (Colorado), donde se lanzó a las pistas de esquí de cross-country por primera vez. Un mes después participó en su primera carrera de la Federación Internacional de Esquí.

Así que una vez más se demuestra que tanto en al ámbito deportivo como en el personal, la edad sólo es cuestión de números y que los retos siempre están a la vuelta de la esquina.

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