BEISBOL Cultura

JACK KEROUAC Y EL DEPORTE

Una vez más la literatura nos sorprende al mostrarnos a uno de sus más grandes exponentes como referencia deportiva.

Afortunadamente la magia del deporte combinada con la de las letras ha logrado a través de la historia ofrecernos a genios de la pluma que mostraron en más de una ocasión su amor por el deporte.

Uno de esos exponentes fue el escritor estadounidense Jack Kerouac, parte importante de la llamada “Generación Beat”, quien tenía un vínculo con el futbol americano.

UNA LESIÓN IMPIDIÓ SU CARRERA DEPORTIVA

Kerouac era un excelente jugador de fútbol americano y rechazó ofertas del Boston College y de la Universidad de Notre Dame, para aceptar la beca que le daba la Universidad de Columbia, ya que estaba en Nueva York y consideraba que en la Gran Manzana era más fácil llegar a ser escritor. Inmediatamente tras su graduación se partió una tibia y abandonó el fútbol para concentrarse en su faceta de literato.

SU PASIÓN TAMBIÉN LLEGABA AL BÉISBOL

Pese a que sus dotes deportivas estaban en el fútbol americano, también era un gran aficionado al béisbol. De hecho, cuando era pequeño, creó un juego relacionado con este deporte. Escribía reportajes y crónicas de partidos no existentes y terminó elaborando una liga completa, usando para ello un archivador de tarjetas y cuadernos de colores para organizar todos los datos. El nivel de detalle de cada jugador, equipo y partido era alucinante. Se trataba de algo parecido a los que hoy es el FIFA. Durante toda su vida siguió escribiendo crónicas de esos partidos imaginarios.

EL PIONERO EN EL JUEGO DE FANTASÍA

Debido a ello, algunos expertos mencionan que tal vez el escritor sea el pionero del “béisbol de fantasía”, recordemos que la mente de este genio de las letras no tenía límite y es muy fácil imaginar su entusiasmo en detallar esos partidos que sólo vivían en su imaginario.

Incluso la biblioteca pública de Nueva York dedicó una exposición al pasatiempo de casi toda la vida de Kerouac llamado “Los deportes de fantasía y el rey de los ritmos”, que  revela cómo el escritor inventó un medio elaborado para experimentar las alegrías del pasatiempo nacional de Estados Unidos por su cuenta.

También creó un mundo entero de equipos imaginados, jugadores imaginados y dramas atléticos y financieros imaginados según Charles McGrath del New York Times.

Más que una distracción de su escritura, todo esto demostró ser “un entrenamiento ideal para un posible autor”, ya que su versión del béisbol de fantasía también requería que presentara una cobertura voluminosa de la acción.  Desde entonces, el béisbol de fantasía se ha convertido en un fenómeno nacional (y, hasta cierto punto, incluso internacional), pero el juego que juegan miles de fanáticos del béisbol hoy en día, que utiliza las estadísticas reales de los jugadores de béisbol no inventados en equipos reales, no lo hace. Exige casi tanta creatividad como la que Kerouac interpretó solo.

Su obra más destacada, aparte de la famosa “En el camino”, fue “Los Vagabundos del Dharma”. Ambos fueron libros míticos e inspiradores para toda una generación hippie en las letras.

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