Juego 6 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, Los Astros de Houston recibían a los Yankees de Nueva York, encuentro en donde los visitantes buscarían extender la serie a 7 juegos con Green en el centro del diamante. Los “Bombarderos” venían con el momento anímico, pues el juego 5 lo habían ganado con autoridad, mostrando que la serie tenía más historias por contar. Hinch estaría dispuesto a guardar a su pitcher estrella, Gerrit Cole, para el juego 7 y pondría a sus pitchers relevistas en este encuentro.
El juego se puso rápidamente a favor de los locales, pues el cubano y quinto al orden, Yuli Gurriel, conectaría en el primer lanzamiento un cuadrangular de 3 carreras por el jardín izquierdo, el sonido del tren se escuchaba en todo el Minute Maid Park. Los Yankees, no tardaron en reaccionar, un doblete de Gregorius iniciaría “el intento” de acercarse
al marcador, con el holandés en segunda, “El kraken” Sanchez impulsaría a “Didi” con una rola que rompió el diamante y acercaba a los visitantes, poco a poco.
Hinch pediría tiempo al umpire para traer al mexicano, Jose Urquidy, en la parte alta de la cuarta entrada, al enfrentar al colombiano, Urshela acercaría a una carrera a los “Bombarderos” tras conectar un “vuelca cercas” con una recta de 4 costuras fuera de zona, el juego 7 se veía cada vez más cerca para los Yankees, un juego en el que se tenía contemplado a Luis Severino, quien había tenido una campaña con ciertos altibajos
pero que en la postemporada se recuperó.
En la misma cuarta entrada, pero ya bateando Astros, entraría el segundo mexicano que vería acción en este juego, Luis Cessa, enfrentó en esa misma entrada a Gurriel, Correa y Álvarez, Gurriel sacaría rodado a la esquina caliente y Urshela sacaría con tremendo tiro a la inicial, Correa una “rola de rutina” a las paradas cortas para que “Didi” resolviera fácil y para finalizar su entrada perfecta, “chocolate” al novato de los locales. Cerrando el quinto episodio, el mexicano permitiría un hit, para colgar su segundo
cero retiraría a Reddick con elevado al central y una rola para “la doble
matanza”, por la vía 543 para terminar la entrada, el mexicano terminaría con 2 entradas lanzadas, 0 carreras, un ponche y un hit.
Por el otro lado, Urquidy, seguiría con su “chamba”, pues continuaría hasta la sexta entrada, Reddick le “salvaría” la noche al mexicano, una atrapada con corredores en los senderos para sacar el segundo out de la entrada, atrapada clave para dejar el juego con dos fuera en la pizarra y al final los locales colgarían otro cero ya con Harris en el montículo, Urquidy terminaría con 2.2 entradas lanzadas, 3 hits permitidos, una carrera, un base por bolas y un uadrangular.
En la parte baja de la sexta entrada, se le otorgaría un pasaporte a Jose Altuve, el tercero al orden, Brantley, chocaría la bola a unos cuantos metros del primera base y así el pequeño Altuve llegaría a la “antesala”, el candidato a MVP tomaría turno, Bregman, con una postemporada no muy buena apenas con un cuadrangular, 4 producidas, 9 hits y 10 carreras anotadas, impulsaría la carrera que ampliaría la ventaja otra vez a 2 carreras. Acción a destacar en la “septima de la suerte”, la atrapada de Brantley en el jardín izquierdo a Hicks que terminaría siendo “Doble-play” por el mal corrido de bases de Judge, outs importantísimos y jugada clave para seguir con la ventaja de dos carreras, en el octavo rollo sin daño alguno para los equipos, colgando ceros importantes y dejando en posición de anotar a sus corredores. Sería el turno de el tercer mexicano de la noche, Roberto Osuna, al entrar el sinaloense se establecería la marca de 3 pitchers mexicanos en un juego de postemporada, ¡Sin duda una noche inolvidable para el beisbol mexicano!, con un out en la pizarra y corredor en los senderos, Osuna se enfrentaría al otro candidato por el MVP de la Liga Americana, Dj Lemahieu, le daría esa pequeña “pizca” de esperanza a los “neoyorquinos” con un tablazo por le jardín derecho, bola que estaría a nada de quedarse en el guante de Springer, el juego se empataba, ese anhelado séptimo partido estaba a la vuelta de la esquina.
Culminó la parte alta del noveno rollo, un sabor “agridulce” para Osuna, líder de salvamentos de la Liga Americana durante la temporada 2019, pero en este momento falló y puso de nervios a todo Houston, vendría Aroldis Chapman, el cerrador de los visitantes, él y su recta llena de “veneno” se encargarían de mandar todo a las entradas extra, con hombre en base y dos outs en la pizarra, “El pequeño gigante”, Altuve, se presentaba en la caja de bateo, con un swing que pasara los 350 pies de distancia esto se acababa
y terminarían con la temporada de los campeones de la división central, 2 bolas y un strike estaba la cuenta para Altuve, Chapman preparó el lanzamiento y soltando el brazo con un slider de 86 mph en la parte alta de la zona de strike, Altuve encontró su pitcheo, mandó de regreso esa pelota a 100 mph hasta el otro lado del estadio, “Lo único que pasaba por mi mente era: Gracias Dios mío”, dijo Altuve en la entrevista al final del encuentro, es así como el venezolano le da su pase a Los Astros a la segunda serie mundial en 3 años, con el sueño de volver a coronarse campeones. El juego terminaría con la victoria para Osuna y la derrota para Chapman, Altuve fue elegido como el MVP de la Serie de Campeonato, bateando arriba de .300 y con 3 cuadrangulares.
Una vez más, se demostró por que con ningún marcador vas a tener una ventaja “tranquila”, todo se te puede ir de las manos y cambiar radicalmente. Un episodio más del beisbol y de sus historias por contar, se viene una gran Serie Mundial, con grandes lanzadores y bateadores, lo que los amantes del juego de pelota nos merecemos. Nadie se puede perder esta serie mundial, batallas de pitcheo entre Scherzer y Cole, Strasburg y Verlander, Corbin y Grenkie, sin duda alguna estos lanzadores mostraran la calidad que venimos viendo de los durante toda la temporada. El rey de los deportes puede descansar, pues hoy tuvo una exhibición de lo que es y lo que aporta al mundo.
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