Según el portal deportivo mediotiempo.com el grito de catalogado como homofóbico por parte de la tribuna mexicana hacia el despeje del portero rival, tomo relevancia cuando los aficionados del Club Atlas lo empezaron a utilizar en represalia hacia su ex portero -Oswaldo Sánchez, después de confesar que estaba muy agradecido con Atlas por haberlo debutado en primera división, pero que su corazón era Chiva. A partir de ahí se instaló en las canchas de los equipos afiliados a la Femexfut y obviamente a cuanto partido se realizara en fecha FIFA por parte de la selección mexicana de manera local y hasta foránea donde se juntara un número medianamente considerable de aficionados del TRI, aquí lo relevante es la aceptación tan inmediata que obtuvo por parte de las barras de fanáticos que encontraron en él un instrumento de mofa a tono con la cultura nacional de llamar afeminado, marica, y todo adjetivo que cuestione la virilidad de alguien que amenaza con causarnos molestias en pequeña o gran escala, ya sea voluntaria o involuntariamente.
Ahora bien, si tomamos como principio elemental para toda competición, el hecho de que existan “competidores”, los cuales hagan posible el evento en el cual buscan imponerse a su rival de manera “Deportiva”, seria necesario no solo agradecer sino rendir “honores” a todo participante, como sugiere los antiguos cánones del olimpismo griego, ya que con su asistencia hacen posible la respectiva competencia, bajo previo compromiso de respetar las reglas de cada disciplina a participar.
Aunque esto suena algo lejano en el tiempo y las justas deportivas se han transformado radicalmente, y lo seguirán haciendo, es necesario retomar algunos de aquellos viejos preceptos de considerar el deporte profesional o amateur como una “Sana diversión” y no un cazo hirviente de frustraciones personales, grupales o sociales, que terminamos por volcar en el oponente que poco o nada tiene la culpa de ellas.
Aunado a esto, no se han hecho esperar las quejas y comentarios negativos de los organismos internacionales para frenar este grito de guerra de la afición Tricolor, que ya hasta tomo niveles de multas y sanciones tipo suspender los encuentros con las respectivas multas a el o los responsables de promoverlo y permitirlo.
Si bien estamos en la sintonía de exigir buenos resultados a nuestro equipo, hemos de convencernos que tratar de debilitar al rival no hará que lleguen mejores resultados, para eso hemos de elevar el nivel de nuestra concepción del deporte (por qué y para que nos sirve) y estar a la altura de quienes han conseguido títulos mundiales y nunca han recurrido a estas prácticas para obtenerlos, tal es el caso de las aficiones de Brasil, Italia o Alemania.
Aunado a esto, no se han hecho esperar las quejas y comentarios negativos de los organismos internacionales para frenar este grito de guerra de la afición Tricolor, que ya hasta tomo niveles de multas y sanciones tipo suspender los encuentros con las respectivas multas a el o los responsables de promoverlo y permitirlo.