El deporte y el arte son disciplinas muy diferentes. ¿Pueden realmente estar conectados?
Al crecer, Roald Bradstock tenía un gran interés tanto en el deporte como en el arte. Más tarde se convirtió en un lanzador de jabalina olímpico, representando a Gran Bretaña en los Juegos Olímpicos de 1984 y 1988, y obtuvo un título en arte. Sin embargo, solía pensar que estas actividades eran muy diferentes y no muy compatibles, como explicó el día dos del Foro de Paz y Deporte en Mónaco.
Esta falta de compatibilidad le causó algunas dificultades. Luchó durante años por ser un artista y un atleta, ambas disciplinas requieren mucho tiempo y energía.
Eso ahora ha cambiado. Apodado como “el Picasso Olímpico”, produce representaciones creativas de escenas deportivas y representaciones coloridas de equipos.
La actitud de Bradstock cambió alrededor del año 2000 cuando ingresó a una competencia realizada por el Comité Olímpico de los Estados Unidos. Su pintura, “Struggle for Perfection”, fue elegida como ganadora y presentada en el Museo Olímpico de Lausana, Suiza.
Después de un tiempo, se dedicó a la investigación. Descubrió que Pierre de Coubertin, cofundador de los Juegos Olímpicos modernos, era un artista. Coubertin diseñó los anillos olímpicos él mismo y ganó una competencia de poesía en 1912.
Además el nueve veces campeón olímpico de natación Mark Spitz, uno de los ídolos de Bradstock durante la década de 1970, fue pintor. Muhammed Ali solía pintar, al igual que Pelé.
Podemos encontrar más conexiones si observamos los principales eventos deportivos. Las entradas más solicitadas no son para los eventos deportivos en sí, sino para las ceremonias de apertura y clausura. Sin más, El Super Bowl presenta un espectáculo de medio tiempo muy esperado.
Bradstock comenzó a darse cuenta de que el arte está en todas partes en el deporte: los logotipos, la tipografía, las mascotas, las copas y las medallas deben ser diseñados por alguien. Estos descubrimientos cambiaron su punto de vista y comenzó a combinar deporte y arte en su vida.
Comenzó a pintar sus atuendos, jabalinas y pasarelas de jabalina. Comenzó a arrojar todo tipo de objetos e incluso rompió algunos récords: “algunos oficiales, otros no oficiales y otros altamente cuestionables”. Se hizo conocido por sus atuendos excéntricos que la gente comenzó a querer saber qué haría, lanzaría y usaría a continuación.
Bradstock ahora cree que el deporte y el arte son socios perfectos. Pueden ser una combinación poderosa para su uso en programas de promoción y desarrollo. Manifestando que:
“Combinar deporte y arte de una manera nueva es una herramienta fantástica. Son dos idiomas universales para crear una plataforma para unir a todos por la paz. “
