Los equipos de la NFL tienen como límite este lunes para decidir si mantendrán en su plantilla por un año más a sus primeras selecciones del draft del 2017, o si en caso contrario los dejan libres para irse a otro lado en el 2021 tras cumplir sus tres años del contrato de novato que firmaron cuando fueron elegidos.
Si la intención de los equipos es alargar la relación con dichos jugadores, el reglamento les dará prioridad para hacer una oferta de renovación antes de que puedan ingresar a la Agencia Libre del 2021 e irse con el equipo que deseen.
Sin embargo algunos equipos no harán uso de ese privilegio, como los Osos de Chicago que no ejercieron su opción de re-contratar a Mitchell Trubisky, su mariscal de campo durante las últimas tres temporadas y quien, por ende, se irá al final de la campaña del 2020, en la que además tendrá que luchar por la titularidad con el recién llegado de Jacksonville, Nick Foles, ganador de un anillo de Super Bowl (el LII) con las Aguilas de Filadelfia, precisamente en el año del debut de Trub en la NFL. 
Trubisky fue segunda selección global del draft 2017 detrás solamente de Myles Garrett y en aquella ocasión la Gerencia de los de Chicago pudo haber elegido a Patrick Mahomes en lugar de Mitchell, pero no fue así y la afición todavía no se los perdona por los evidentes resultados que ha dado Pat en Kansas City en contraste con la irregular y decepcionante actuación que ha tenido Trubisky con los Bears.
Desde que Chicago seleccionó al quarterback de la Universidad de Carolina del Sur sólo han llegado una vez a la postemporada, en 2018 con marca de 12-4, pero quedando fuera en la ronda de comodines y lejos de mejorar en el 2019 sus cifras bajaron cerrando la campaña regular con 8 victorias y 8 derrotas. 
De haber decidido seguir con Trubisky, la franquicia de Chicago tendría que haber pagado por él como mínimo 25 millones de dólares.