Por Alex Rodríguez
Al igual que el propio Jim Morrison, hay muchas leyendas y misterios que rodean la historia y el paradero de su Mustang Shelby GT 500 de 1967. Los fans del Shelby siempre han buscado este automóvil, surgen pocos informes de su paradero, pero sin poder comprobar sí realmente pertenecía al legendario vocalista de The Doors.
El Ford Shelby Mustang GT 500 de 1967 llegó a las manos de Morrison como un regalo de la casa discográfica Elektra Records dado el éxito del álbum “The Doors”. Era conocido como “The Blue Lady”, fue bastante emblemático en la corta vida de Jim Morrison. Además de la misteriosa historia sobre su paradero, fue utilizado en el tráiler de una película experimental que Jim quería dirigir y protagonizar. El filme iba a llamarse Highway, pero después se cambió a HWY: An American Pastoral.
El mustang sufrió las consecuencias de la vida desequilibrada del vocalista de The Doors, un desenlace del cual se desprenden dos historias que todavía no pueden confirmarse su veracidad.
La primera se trata del abandono del automóvil en pleno Sunset Boulevard en Los Ángeles. Tras chocarlo contra un poste telefónico, el cantante se bajó para ver los daños, pero en vez de solicitar ayuda, decidió por alejarse del lugar y continuar su noche. Horas más tarde habría vuelto para recuperar su Shelby destrozado, pero ya no se encontraba en el lugar y jamás trató de averiguar qué había pasado con el coche.
La segunda historia también remonta al abandono, y se dice que lo habría dejado abandonado en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles por un tiempo prolongado mientras se encontraba de gira. Cuando regresó, el mustang ya había sido remolcado y vendido en una subasta pública.
La verdad es que, incluso después de más de 50 años de la desaparición del Mustang sigue un misterio. Probablemente nunca se sabrá el destino final de un auto que tiene una importancia en la cultura popular de la música.
Alex Rodríguez Ortega