Wayne Rooney, uno de los mejores jugadores ingleses de todos los tiempos y también uno de los más polémicos, dijo adiós al futbol, a la actividad que lo sacó de la pobreza, que lo hizo famoso y millonario, una pasión que lo transformaba en una máquina imparable.
A lo largo de su carrera de 18 años, el “Niño Terrible o Malcriado” ganó 5 títulos de la Liga Premier, 3 Copas de la Liga, 1 FA Cup y 1 Community Shield, así como 1 Champions League, 1 Europa League y 1 Mundial de Clubes, todos estos logros con la playera del Manchester United, el equipo que lo convirtió en todo un ídolo para la afición de Old Trafford. Wayne se fue del club como el máximo goleador histórico de los Red Devils con 253 dianas y es hasta hoy el segundo máximo anotador en la historia de la Liga Premier inglesa con 208 anotaciones.
Su debut como profesional fue con el Everton que lo vendió al ManU en 25.6 millones de libras esterlinas en el 2004 y como parte de la Selección de Inglaterra participó en tres Copas del Mundo, Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, así como en tres Eurocopas, 2004, 2012 y 2016 y en la primera de estas se convirtió en el jugador más jóven en anotar un gol con la playera del “Equipo de la Rosa” el 12 de febrero del 2003 con apenas 19 años y 178 días. Es además el 5° mejor anotador en la historia del equipo con el escudo nacional de los tres leones con 53 goles en 119 partidos.
Desde finales del mes de noviembre del año pasado fungía de manera simultánea los roles de jugador y director técnico del Derby County, pero conforme pasó el tiempo se dio cuenta que era muy difícil llevar ambas funciones de la mejor manera y decidió retirarse, olvidar el campo y centrarse en su labor desde el banquillo.
La leyenda británica jugó en total 763 partidos y marcó 313 veces con 155 asistencias y 17 títulos, pero a partir de ahora comenzará a escribir su nueva historia como estratega.
