A finales de los noventas la música pop era líder en la industria, pues nombres como el de Cristina Aguilera, Britney Spears, Jessica Simpson entre otras voces eran las que llevaban la batuta dentro del género del pop era sonidos demasiado “rosas”, la mayoría con una coreografía que atraía más a los fans de cada una de estas intérpretes, y además eran “pegajosas”, lo que las hacía el producto perfecto para ser vendibles. Sin dejar de lado “la imagen de niña buena”, que cada una de estas artistas representaba y que las convertía en iconos a seguir sobre todo por adolescentes y jóvenes de aquella época.
Pero al llegar los años 2000, algo ocurrió en la música a nivel internacional, y es que sonidos más oscuros comenzaron a meterse en las listas que medían el ranking de las ventas de discos, y uno de esos nuevos proyectos musicales fue el de la banda Evanescence, quienes con un metal gótico que navega por sonidos del heavy metal e incluso de la música clásica sorprendían al romper con esas notas melosas que ya sonaban con éxito.
LLEGABA AMY LEE CON UNA VOZ ÚNICA
La banda comenzó su historia desde finales de los 90s, sonando en emisoras locales con sus demos, y en 1998 ya contaban con su primer EP, finalmente su sonido llegó a oídos de Diana Meltzer parte de la disquera Wind-Up Records quien quedó impactada con la voz de Amy al escuchar la pieza My Inmortal, lo que la hizo firmarla al día siguiente.
Para 2002 estaba todo listo para comenzar la grabación de sus primer disco, aun cuando habían experimentado cambios en sus integrantes, la formación ahora estaba conformada por Lee, Moody, John LeCompt, Will Boyd y Rocky Gray. Sin embargo, la disquera les impuso una voz masculina para replicar el éxito de bandas como Linkin Park y Limp Bizkit, lo que evidentemente no le gustó a Lee y la producción se detuvo.
Después de un tiempo la disquera los buscó para ofrecerles volver a la grabación del álbum pero debían formar parte de la BSO de una cinta y grabarla junto a un rapero.
Fue así como Bring Me to Life se grabó junto a Paul McCoy de 12 Stones y fue incluida en la banda sonora de Daredevil del 2003, al igual que My Immortal.
EL DISCO DEBUT QUE LES DIO EL ÉXITO EN EL 2003
Finalmente se grabó el álbum Fallen saliendo en el 2003, el cual tuvo un acogimiento extraordinario, llegando a permanecer en los primeros lugares de listados musicales mundiales y a ser uno de los 10 álbumes más vendidos de 2003 según Billboard.
Un dato curioso fue que la música de la banda fue consumida en gran medida por la comunidad cristiana, pues vinculaban los versos de la agrupación con cantos cristianos, algo que la misma Amy mencionaba no entender.
Tras este éxito, la banda giró por Estados Unidos, Australia, Japón y varios países de Europa, y para 2004 había llevado a casa los Premios Grammy como Mejor artista nuevo y Mejor interpretación de hard rock por Bring Me To Life.
Tanto el disco como la voz de Amy Lee marcaron un gran referente en la industria, pues ahora el sonido del metal se posicionaba sobre el del pop, además de que la presencia de Amy era más fuerte pues era la primera mujer que lograba esto en un género musical dominado en su mayoría por voces masculinas. Es por ello que Fallen marca un antes y un después en la industria de las voces femeninas de los 90s y 2000s.