Houston Rockets aún está por tener una noche tranquila esta temporada, pero mientras tanto van sumando victorias. Algo que no pasó el año pasado, sin ir más lejos. Y esta vez bien pudieron caer ante un rival que ha jugado más bien que mal (a excepción de la derrota ante los Wizards) y que anoche fueron claros dominadores en la primera mitad, estuvieron fuera de plano en el tercer cuarto y se recuperaron en el último para obligar a los locales a pelear hasta el último minuto para llevarse el partido.

Hubo dos grandes protagonistas, como va a pasar todo el año en los encuentros de los Rockets. James Harden y Russell Westbrook. Russell Westbrok y James Harden. La pareja sobre la que va a girar todo en Houston y aún nadie sabe exactamente cómo. Lo curioso es que hasta ahora Westrbook parece el jugador que lleva años en el equipo y Harden el que acaba de llegar. El base fue otra vez mejor que el escolta y ya tiene galones al mismo nivel que La Barba. De hecho, en una de las últimas jugadas del partido, la decisiva a la postre, fue él quien dirigió el ataque con Harden mirando en la distancia. Westbrook botó, esperó, arrancó, penetró y cuando parecía que iba a buscar la bandeja ante tres defensas dobló un pase muy complicado pero perfectamente ejecutado para que P.J. Tucker anotara desde la esquina y pusiera un diferencia de 6 puntos (111-105) que los Thunder no pudieron levantar.

Esa fue la guinda del pastel de Westrbook, que empezó horrible (0/5 en tiros y dos pérdidas en el primer cuarto), para acabar liderando la remontada ante sus ex, con los que perdían de 15 en los 12 primeros minutos y de 10 al descanso. Al final acabó con 21 puntos, 12 rebotes y 9 asistencias y un 9/11 en los últimos tres cuartos. Sólo intentó un triple que falló. Exceptuando a Tucker (5/7) nadie en los Rockets estuvo acertado desde el perímetro. Canta el 1/8 de Danuel Hous Jr., pero por suerte para él hubo alguien que dio más el cante. Ese alguien es James Harden.

Lo del escolta es surrealista por completo. El jugador que más triples metió la temporada pasada (a base de tirar mucho más que el resto) parece haber olvidado cómo se hace. Anoche metió 3 de 14 y en los tres partidos que ha jugado son 6 de 40, un 15% de acierto. Lo que no ha olvidado es forzar faltas. Ha tirado más tiros libres que triples (48 por 40) y ahí no falla. Hasta el punto de que anoche sumó más desde la línea de personal que desde el resto de sitios juntos. 21 puntos de tiros libres por 19 en jugada. 

Todo esto ante un rival en el que está cada vez más claro que Shai Gilgeus-Alexander va a tomar el mando desde el primer momento. Otra gran actuación (22+9+4) para el jugador de segundo año que está confirmando que ya se intuían en su temporada rookie en Los Ángeles. Y Dennis Schroder es el otro hombre clave en este inicio de temporada, aportando más que nunca desde el banquillo (22+5+7). Eso y un 1-3 en la clasificación que coloca a los Thunder donde les esperábamos más o menos todos. Después de años de playoffs esta será una temporada de perfil bajo.