La Juventus soportó los embates del Inter de Milán en el juego de vuelta de las semifinales de la Coppa Italia, mantuvo el 0-0 en el segundo cotejo y avanzó a su séptima final del torneo en los últimos 10 años con el marcador (global) de 2-1 que logró en la ida en el Guiseppe Meazza.
Toda la primera parte fue tensa, cerrada, pareja y con pocas opciones de gol, casi nada digno de recordar pero así son esta clase de juegos a muerte, hasta que un gran error o un gran acierto cambian el rumbo de la serie y casi sucedió de esa forma cuando al minuto 64 Cristiano Ronaldo estrelló la pelota en el arquero Samir Hamdanovich en una escapada en solitario del portugués que por poco corrige su falla con un riflazo al 68 que tapó a dos manos en una gran atajada el portero de Eslovenia.
Del otro lado y pese a que los nerazzuros estaban obligados a ganar para revertir el marcador acumulado, sus intentos y su lucha se quedaron siempre cortos y el veterano Gianluigi Buffon, sin ser figura, cumplió como siempre un estupendo papel en el marco de las cebras.
Para Andrea Pirlo, ya monarca de la Supercopa de Italia, ésta será su segunda final como estratega de los bianconeros y la oportunidad de obtener su segundo título en su primera campaña al timón de los de Turín.