Hoy hace 63 años sucedió una de las mayores tragedias del deporte y del futbol cuando en la mañana del 6 de febrero de 1958 el club inglés Manchester United viajaba desde Alemania de regreso a casa y su avión se estrelló en la ciudad de Munich provocando la trágica muerte de 23 pasajeros, incluídos 8 jugadores de los Red Devils llamados en aquella época los “Busby Babes”, por ser un equipo muy jóven conformado por varios chicos surgidos de la cantera bajo las ordenes del entrenador Matt Busby.
Los futbolistas George Bent, Roger Byrne, Eddie Colman, Mark Jones, David Pegg, Tommy Taylor y Liam Whelan perdieron la vida de manera inmediata y Duncan Edwards que había sobrevivido, falleció días después. En la lista de muertos también hubo directivos como Walter Crickmer y Berth Walley además de un integrante del cuerpo técnico, Tom Curry. 
Igualmente fueron víctimas nueve periodistas que acompañaban al equipo así como un aficionado, un agente de viajes, el copiloto y otro integrante de la tripulación. 
Hubo 21 sobrevivientes y entre ellos estuvo el Director Técnico Matt Busby y el que con el paso del tiempo sería una leyenda del club y de la Selección de Inglaterra, el hoy Lord, Sir Bobby Charlton.
Como cada año y con diversos homenajes, el Manchester United, el Bayern Munich y todos los equipos del mundo recuerdan a las personas, a los colegas y compañeros fallecidos en aquel fatal accidente. 
Este día en Munich y en Manchester, el reloj se detiene justo a las 15:04, la hora del trágico suceso.