Lo que en un inicio se vio como proeza, terminó en vergüenza y desilusión para la boxeadora mexicana Alejandra “Tigre” Jiménez. Y es que la Organización Mundial de Boxeo despojó a la pugilista del título mundial súper mediano que se agenciara en enero pasado, venciendo por decisión unánime a la monarca Franchon Crews en el Alamo Dome de San Antonio, Texas.
En la pelea también estuvo en juego el título mundial del CMB, mismo que la entonces unificada estadounidense había ganado en su anterior cruce, en donde recolectara ambos cinturónes.
Jiménez dio positivo a una sustancia prohibida llamada estanozolol en un control antidopaje realizado un día antes de la pelea y aunque la “Tigre” y su equipo reclamaron efusivamente y pidieron la apertura de la prueba B, la misma arrojó el mismo resultado, lo cual habría llevado a la entidad con sede en Puerto Rico a desconocerla como campeona y a su vez a regresarle el cinturón a Crews.
Por su parte, el Consejo Mundial de Boxeo se limitó a suspender provisionalmente a Jiménez, sin dar aún resolución de que pasara con el título verde y oro.
Jiménez anteriormente había ostentado el cinturón mundial pesado del CMB, bajando más de 30 kilogramos para pelear el de las 168 libras que estaba en poder de la afromericana.
La peleadora mexicana se había convertido como la primera en la historia en ser campeona mundial de peso pesado y luego bajar para reclamar el título de las 168 libras.