La invasión de Rusia en Ucrania está afectando a todo el mundo y el fútbol no iba a ser una excepción. Además de la suspensión de la liga ucraniana o las medidas que han tomado FIFA y UEFA contra equipos rusos y la propia selección, uno de los clubes que más está sufriendo las consecuencias del conflicto es el Chelsea, de ser campeón de Europa hace menos de un año a temer por su supervivencia.
El gobierno británico ha congelado todos los activos de Roman Abramovich, incluido el conjunto blue, que no podrá vender entradas en su estadio, productos en la tienda oficial, renovar o traspasar jugadores; es decir, el Chelsea no puede realizar actividades que le reporten un beneficio económico, entre otras cosas. Por lo tanto el equipo no puede ser vendido ya que las cuentas económicas están bloqueadas, y en caso de que finalmente se haga la operación el objetivo del Reino Unido es que Abramovich no reciba ningún beneficio por ello.