Por Karina Elián Salinas

Mencionar nombres como “Marsalis” y “Clapton”, además de recordarnos a dos grandes talentos, nos lleva a comprobar que la complicidad basada en el amor por la música puede dar como resultado un interesante trabajo.

Es por ello que en Abril del 2011, justamente tanto “Wynton Marsalis” como “Eric Clapton”, se reunieron para ofrecer una serie de conciertos en el “Jazz at Lincoln Center de Nueva York”, donde se encargaron de explorar terrenos comunes sin perder la soltura propia del blues ni el dinamismo del jazz.

La idea original de este proyecto tanto como los arreglos musicales corrieron a cargo de “Marsalis”, y la selección de canciones  estuvo en manos de “Clapton”, excepto el tema “Layla”, ya que fue una petición especial del bajista “Carlos Henríquez”, ésta presentación daría como resultado el álbum “Play the Blues”.

En este disco formado por 10 temas encontramos: “Ice Cream”, “Careless Love”, y “Forty-Four”, este último un icono dentro del blues perfectamente sincronizado con los arreglos de Marsalis.

Al conectar con el público desde piezas como “The last time”, ratificamos una y otra vez el gran acierto de grabar un disco en vivo, ya que esa magia hace evidente lo que no podría expresarse en un estudio de grabación.

Tanto la trompeta de Marsalis como la guitarra de Clapton, logran un intenso viaje por las notas en distintas improvisaciones, sin dejar de lado el acompañamiento del trombonista “Chris Crenshaw”, el clarinetista “Victor Goines” y el pianista “Dan Nimmer”.

Las dos ultimas piezas: “Just a Closer Walk with Thee” y “Corrine, Corrina”, cierran con la colaboración del músico “Taj Mahal”, resonando en cada nota ejecutada la pasión de dichos músicos.

La idea central de Marsalis y Clapton era visualizar este material no sólo como un proyecto discográfico sino como simplemente dejarse llevar por el espíritu de hacer un concierto con sonidos que conocen bien y sobretodo que aman y disfrutan, resultado que percibimos en “Play the blues”, con ovaciones y aplausos que emergen entre el alma blusera y el espíritu jazzero.

Tema: Layla “Play the Blues”.