Por Karina Elián Salinas
Al recordar a los cientos de escritores de la literatura clásica, seguramente reflexionamos en que los inspiró a realizarlas; sí solo dejaban volar su imaginación o sí se basaban en hechos y personas reales.
Algunos de estos autores decidieron eso, el escribir basándose en la vida de personas cercanas, sin imaginar que lograrían ser precursores de movimientos importantes dentro de la literatura.
En esta ocasión nos referimos a quién es considerado como uno de los fundadores del romanticismo alemán; él poeta, novelista y científico Johann Wolfgang von Goethe y de su obra dramática más sobresaliente “Fausto” inspirada en hechos reales.
Obra que fue publicada en dos partes, la cual nos habla del bien y del mal y su relación con lo humano, resaltando temas como la religión, la pasión, la independencia y el amor.
La primera parte nos describe una historia compleja, en la que el personaje de Fausto es un científico con un vasto deseo de aprender. Recurre a la magia para obtener el conocimiento infinito y al no obtener resultados, el suicidio es su mejor opción, pero en ese instante el demonio se hace presente ofreciéndole un trato: el darle todo lo que Fausto quiera a cambio de su alma. Todo esto literalmente firmado con sangre.
El momento trágico de esta parte es que el personaje encuentra todo lo que desea incluyendo el amor, pero por un “detalle” de ese pacto no puede disfrutarlo y todo culmina en tragedia.
La segunda parte deja a un lado el tema del amor para presentar a Fausto en un mundo de magia, viajando a través del tiempo, además aparecen criaturas fantásticas como ninfas y sirenas. La aventura en esta edición consiste en descubrir el resultado final de ese pacto.
Goethe exhibe a un Fausto que arriesga todo por el ansia de saber, logrando que el conocimiento y la moral tomen una parte muy importante en la obra.
La historia completa expone un trama fuerte que constantemente resalta lo emocional sobre lo racional, una gran característica del romanticismo alemán.