Musica

LA MÚSICA TIENE AROMA

Por Karina Elián Salinas 

¡Aaaah! el olor a tierra mojada…

El aroma de una tarta de zarzamora recién horneada, (mmmm rico…)

La increíble fragancia que deja un hombre a su paso…

Estos aromas, así como todas las esencias que conocemos se encuentran en lugares y momentos cotidianos, pero ¿Qué pasa con la música, y por supuesto con el jazz… existirá olor en ellos?

Al parecer una de las tantas respuestas posibles a dicha incógnita la encontró el jazzista y pianista francés  “Laurent Assoulen”, con su proyecto “Concierto Perfumería”, con la intención de mostrar al público los olores de la música.

Dicho concepto surgió en el 2008 en el “Festival de Jazz de Viena”, donde se realizó la grabación de un CD titulado “Musiscent”, presentando obras de Assoulen, acompañadas de un muestrario de aromas originales, lo cual fue posible gracias al apoyo de una reconocida compañía francesa productora de perfumes, logrando que el oyente pueda escuchar música y disfrutar con los olores, en una especie de terapia aromática-musical.

En el 2012, el artista se presentó en Rusia donde la organizadora del evento “Alexandra Durasoff”, explicó a un diario local el arte de Laurent, mencionando que: 

“Cuando él compone se inspira en los aromas, ya que estos le despiertan asociaciones con sonidos, el programa de su concierto incluye diez piezas, de ellas cinco con aromas, donde el público recibe muestras previamente perfumadas para olerlas al son de las melodías interpretadas”.

El interés del pianista por las fragancias proviene desde su infancia, ya que durante un largo tiempo estudió en el Conservatorio cercano a la localidad de Grasse; donde justamente existe una escuela superior de perfumería, hecho que permitió esa conexión del músico entre oído y olfato.

Laurent Assoulen manifestó que debido a su libertad de pensamiento el jazz es y será la música adecuada para él, ya que le otorga todo el movimiento y energía creativa que necesita para seguir investigando más sobre su singular concepto.

Una vez más el género sincopado demuestra que puede vincularse con infinidad de vertientes, sólo es necesario explorar y atreverse a buscar nuevos conceptos, que en este caso dieron como resultado…un álbum fragante.

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