The Wall fue el álbum más ambicioso de una carrera larga e histórica llena de proyectos ambiciosos de Pink Floyd.
Este álbum conceptual de doble duración fue compuesto por el vocalista y bajista Roger Waters y generó una gira igualmente ambiciosa, una película y un legado que quedará para la historia.
Roger Waters acudió al artista Gerald Scarfe al momento de crear todo el aspecto visual, incluidos cada uno de sus personajes. El caricaturista británico fue el encargado que realizó los segmentos animados que acompañaron tanto la gira como el abrumador filme de Alan Parker. Gerald Scarfe habló sobre la idea de usar los martillos representativos de The Wall.
“Los personajes tenían que crearse de inmediato porque tenían que estar listos para salir en la portada del disco apenas estuviese terminado. Era lo principal que había que diseñar y tuve poco tiempo. Todo pasó muy rápido, pero estoy complacido de que hayan permanecido en la mente de la gente”, recuerda Scarfe.
“El mensaje principal de The Wall, la teoría de Roger, es que si tu te aíslas demasiado de los demás entonces te vuelves insensible, algo como una máquina y el peligro de convertirte en una máquina inconsciente es que tú puedes dejar de pensar y te vuelvas un fascista o algo así”.
“Así que yo traté de pensar en el mas incansable y cruel símbolo de eso y así la primera cosa que se me vino a la mente fue el martillo, porque es de metal, rompe cosas, es incansable y puedes continuar pensando muchas mas cosas… entonces lo demás era hacer que marchara porque hace recordar el fascismo, el nazismo y esas cosas, así es que realmente de allí salió, esas herramientas de destrucción sin rostro ni mente solo marchando hacia delante sin descanso”.
La animación de los martillos esta cargada de la mayor simbología de toda la película, ya que los martillos con su simbología de destrucción y poder, marchan como si fueran un ejercito, oprimiendo a las personas que no se quieren doblegar al sistema que instaura Pink.
Canciones como “Another Brick in the Wall”, “Mother”, “Goodbye Blue Sky”, “Hey You”, “Comfortably Numb”, “Run Like Hell”… son los “ladrillos” que nos describen el recorrido emocional de Pink.