Por Karina Elián Salinas
Cuando tenemos una meta fijada es muy difícil que algo nos detenga, hacemos todo por alcanzarla lo que nos genera esa adrenalina de luchar y no detenernos.
El corredor de autos anhela con pasión ver esa bandera a cuadros, el jinete de equitación lograr el mayor puntaje, el último round del boxeador agotado se vuelve su único fin. Y así, en todos los deportes, se deja algo más que el sudor de cada participante al llegar al triunfo.
Podemos imaginar lo difícil que puede ser el entrenamiento para un maratón, al saber que a cada paso se va haciendo historia, ese es el caso de Haruki Murakami que en su libro “De que hablo cuando hablo de correr” narra sus anécdotas al convertirse en corredor y vivimos junto a él, dos de sus grandes pasiones; escribir y correr.
Y qué decir cuando el deporte logra unir razas, en el libro de John Carlin “El Factor Humano” el tema central son las acciones del presidente Mandela en La Copa Mundial de Rugby de 1995 en Sudáfrica.
En este libro, el autor logra relatar la manera en que Mandela, descubre como el deporte podía unir a blancos y negros sin importar conflictos. Utilizando dicho mundial para sellar la paz y cambiar el curso de la historia.