El Barcelona con un partido bastante pobre y se marcha prácticamente de vacío del Camp Nou, con un resultado de lo menos recomendado para viajar a Estambul.

El infierno turco esperará al Barcelona con los brazos abiertos después de comprobar que eliminar el conjunto catalán no es tarea imposible. Partidazo a nivel defensivo del Galatasaray que sale muy vivo del feudo blaugrana.

El choque comenzó con un ritmo de circulación bastante lento en comparación con los últimos partidos que ha completado el equipo culé. La parsimonia con pelota de los turcos contagiaba al Barça que era incapaz de encontrar huecos al frente.

Los únicos acercamientos de peligro en la primera mitad se basaron en alguna que otra jugada individual de Adama Traoré y en tiros a la porteria de Memphis Depay.