Arte

IMPROVISACIÓN FEMENINA DESDE COLOMBIA

Por Karina Elián Salinas

¿Qué pasa si nos dijeran que el arte que más le gusta a un artista es “la que suena y no hace ruido”?

Suena algo arriesgado, ¿no es así?, pero los exponentes pueden y deben darse ese lujo, de ir más allá de lo que piensan para trascender a lo que sienten en sus trabajos. Sobre todo si hablamos de los que se sumergen en las notas del género jazzístico.

Tal es el caso de la artista colombiana Claudia Ruiz, cuyas presentaciones abarcan desde los lienzos al óleo hasta fotografías. 

Aunque siempre es placentero recurrir a los clásicos para hablar de su arte, afortunadamente en cuanto a lo contemporáneo hay mucho material al cual recurrir, pues el compendio de Claudia es fresco y actual. Sin dejar de lado por supuesto su paso por el jazz.

Principalmente para la pintora el arte es un acto de fe, por lo cual es sencillo imaginar el por qué se deja llevar por sus creencias musicales para hacer toda una galería llamada simplemente Jazz.

En ella nos topamos con 7 cuadros emergiendo de diversas gamas de colores, llamando la atención uno de ellos con contrastes azulados donde la silueta de un músico toca su sax, inmerso en su arte melancólica, evidentemente el cuadro no podría tener mejor título que “Blues muy Blues”.

Otro lienzo más para resaltar sería el “Intra Retrato de Charlie Parker”, con un tono sepia, la figura de Bird refleja a la sincopa de la mejor manera, haciendo magia con su instrumento. 

La trompeta no se quiso quedar atrás en la obra de Ruiz, pues la propuesta “The Voice of the Silence”, nos brinda la imagen de Don Cherry, quien en una posición cómoda y podríamos decir hasta de paz, contrasta con los tonos rojizos que bien pueden reflejar dureza e intranquilidad. 

Pero eso es una de las tantas bellezas del arte mismo, nuestra concepción de ella es totalmente personal, lo que a la vez la enriquece.

Claudia como muchos otros artistas se atreve a jugar con la improvisación del jazz para darnos a conocer muestras que retan al pensar si las imágenes que vemos corresponden con los ritmos que sentimos.

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