Invadido por la euforia por haber atrapado el pase de anotación número 600 en la NFL de Tom Brady, el receptor de lo Bucaneros de Tampa Bay, Mike Evans, corrió y saltó hacia las tribunas del Raymond James Stadium y regaló el histórico balón a un aficionado sin pensar que quizá su mariscal de campo quería guardarlo como recuerdo.
Por eso, un día después de llegar a dicha cifra de touchdowns aéreos, el G.O.A.T. no paró hasta hallar al afortunado fan para solicitarle el ovoide a cambio de varios artículos, en un acuerdo digno del mejor hombre de negocios ya que por entregar el valioso balón este hombre recibió un casco original y dos jerseys de los Bucs firmados por el propio Brady así como un jersey de Mike Evans y los zapatos que utilizó en el juego y victoria ante los Osos de Chicago, pero también un certificado de mil dólares para canjearlo en la tienda oficial del equipo de Tampa Bay así como dos boletos (abono doble) para todos los partidos que le restan como local en esta temporada a los Bucaneros y también para toda la temporada del 2022 incluyendo la postemporada, todo un negociazo para el suertudo pero también inteligente seguidor de los actuales ganadores del Super Bowl.
A diferencia de Evans que no pensó lo que hacia, un trabajador del equipo si imaginó lo importante que podía ser dicho balón para Tom Brady y para el equipo y fue de inmediato con el aficionado para pedirle que lo devolviera y entregándole a cambio una replica en ese mismo momento así como concediendo todos los otros beneficios ya mencionados.