El lamentable retiro de la competencia de gimnasia artística por una lesión por parte de la gran figura estadounidense, Simone Biles, le abrió la puerta al equipo del Comité Olímpico Ruso para adjudicarse el título y la ansiada medalla de oro en la prueba del All Around por Equipos de Tokio 2020.
Ante la adversidad y con todo y la afortunada actuación de la suplente de Biles, Jordan Chilles, el equipo norteamericano debió conformarse con la plata dejando en tercer sitio y con el bronce a las británicas, que no subían al podio en este deporte por equipos desde hace 93 años
Bicampeón olímpico tras obtener el metal áureo en Londres 2012 y Río 2016, el equipo de gimnasia femenil de los Estados Unidos atraviesa un momento difícil de credibilidad y no en el plano deportivo sino humano, porque muchos han declarado que en dicha disciplina y en general en la Federación de Gimnasia, pese a múltiples escándalos, se siguen priorizando las competencias y los resultados por encima de la salud mental y física de las gimnastas como Simone Biles que aseguran, llegó lesionada de un tobillo a Tokio y con síntomas de ansiedad severa.