Afectada por las lesiones la clavadista mexicana Laura Sánchez tomó la decisión de retirarse definitivamente de la actividad competitiva y no participará en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en el 2021. 
La única medallista mexicana en una competencia individual de clavados,  bronce en la justa de Londres 2012,  era actualmente compañera de Arantxa Chávez en la prueba de clavados sincronizados de tres metros y su lugar en los controles clasificatorios lo tomará ahora Paola Pineda. 
La tapatía de 35 años obtuvo muchos otros premios a lo largo de su trayectoria como tres medallas de oro en Juegos Panamericanos, una en la edición de Río 2007 y dos en  Guadalajara 2011. 
También consiguió otras tres medallas de plata en justas panamericanas, dos en Santo Domingo en el 2003 y una en Río 2007 y además conquistó otras dos preseas, la de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de El Salvador 2002 y la de bronce en el Mundial de la especialidad en el 2003. 
Criticada y juzgada injustamente en algún momento de su carrera por iniciar una relación sentimental con su entrenador Francisco Rueda, con el que se casó y formó una familia, Laura Sánchez nunca se rindió y siempre que estuvo sana demostró su calidad como atleta, por lo que su retiro deja un hueco difícil de llenar en una especialidad que casi siempre le ha dado alegrías a nuestro país.