Por René Sánchez 

Julio César Chávez Jr. ya no quiso salir a pelear para el sexto round y provocó la molestia del público asistente al Talking Stick Resort Arena de Phoenix en Arizona, que empezó a lanzar toda clase de objetos al ring en protesta por la actitud del hijo de la leyenda, que así perdió con Daniel Jacobs por abandono aunque en la bitácora oficial se dirá que por KO Técnico. 

Más extrañeza y frustración causó entre la afición la decisión de Julito y de su esquina, porque el Jr. estaba haciendo una buena pelea e incluso había ganado los primeros dos episodios, conectando buenos golpes a su rival y aguantando sin problemas el castigo que le aplicaba el estadounidense de manera intermitente. 

Todo sucedió cuando iba a arrancar el sexto round, al que Chávez ya no salió para combatir sino para explicarle a Jacobs lo que había pasado aunque nadie notamos nunca en que momento se dió la fractura de nariz que alegaba el mexicano, quien ya se había quejado de que Jacobs le daba cabezazos y codazos siempre que podía.

“Ya no puede respirar”, gritaba alguien del equipo del JC Junior, pero era imposible escuchar más por el escándalo que se escuchaba en el recinto.

“Tu padre no renunciaba”, le reclamaban desde las gradas al Junior, quien de nuevo y como si fuera una ley en su carrera, generó gran polémica, disgusto, burlas y hasta hilaridad pues otra vez se metió en el ojo del huracán.

Chávez ya había fallado en el pesaje y en otras ocasiones también. Su marca quedó ahora con 51 victorias, 4 derrotas y un empate. Para Jacobs fue el triunfo 36 de por vida. Pero la peor carga que sigue apabullando Julito es el reproche y la censura de quienes sí creen en él como lo hicieron con su papá.