Llorar de emoción fue la primera reacción de Max Homa al coronarse en el Genesis Invitational disputado en el Riviera Country Club de Pacific Palisades en la ciudad de Los Angeles, el torneo de Tiger Woods. 
La cuarta victoria de su vida pero apenas la segunda en su carrera dentro del PGA Tour, casi dos años después de aquel truinfo en el mes de mayo del 2019 en el Wells Fargo Championship, le representó además al estadounidense meterse por primera vez en el Top 50 del Golf Internacional, otro motivo para provocar que los sentimientos de Max salieran a relucir sin control.

Terminando su último recorrido del certamen empatado en 272 golpes con Tony Finau, Homa tuvo que disputar un playoff para definir al vencedor y la suerte parecía entonces voltearse para Max ya que erró varios tiros e incluso una pelota le quedó pegada al tronco de un árbol pero, aún así y con un fabuloso golpe de acercamiento para intentar solucionar el lío, el nacido en Burbank, California, logró después una gran batalla imponerse a su rival, adjudicarse el trofeo de campeón y recibirlo de manos de su gran ídolo, Tiger Woods. Todo un sueño para Homa.
El tercer sitio del Genesis Invitational se lo quedó Sam Burns y el cuarto fue para el australiano Cameron Smith mandando al español y dos del mundo, Jon Rahm, hasta el quinto sitio con 277 impactos acumulados, uno menos que Dustin Johnson, el actual líder de la clasificación mundial de la PGA.