Aprovechando su condición de local y el bajo nivel físico, anímico así como futbolístico que mostró su rival, el Sevilla ganó 2-0 al Barcelona en el juego de ida de las semifinales de la Copa del Rey
Desde el arranque y hasta el final del encuentro en el Ramón Sánchez Pizjuán, el equipo que mereció el triunfo fue el de Julen Lopetegui, mucho mejor armado y trabajado, sin la dependencia de un sólo hombre como sucedió con los culés y Lionel Messi que fue el único que por sí sólo pudo cambiar el panorama. 
El francés Jules Koundé marcó a los 25 minutos y puso en aprietos al equipo de Ronald Koeman que sin poder emparejar el duelo en la cancha ni las cifras en la pizarra, recibió un golpe que puede ser mortal, el 2-0 en contra a los 85 minutos, obra del croata Ivan Rakitic, que para que la cuña apriete era antes jugador blaugrana. 
El Barcelona tenía seis victorias seguidas y no habia perdido ningún partido oficial desde la final de la Supercopa de España del pasado 17 de enero cuando el Athletic de Bilbao les ganó 3-2. 
El juego de vuelta de la semifinal de la Copa del Rey será hasta el 3 de marzo en el Camp Nou con la obligación de ganar por una diferencia de dos o más goles para los catalanes o estarán fuera.