Ashleigh Barty demostró porque es la número uno del mundo y derrotó a Garbiñe Muguruza en la gran final del Yarra Valley Classic de Melbourne. 
La australiana controló el ímpetu y el estupendo juego ofensivo que venía realizando la española en el certámen y que la hizo llegar a una final después de un año.
Con parciales de 7-6 y 6-4 luchando durante una hora y 47 minutos, Barty se quedó finalmente con el trofeo de monarca, el noveno de su carrera logrado después de haber detenido su participación en el circuito de la WTA durante casi un año por temor a la pandemia.
Mientras tanto en el Gippsland Trophy la que se impuso fue la belga Elise Mertens por 6-4 y 6-1 sobre la veterana de Estonia de 35 años, Kaia Kanepi. 
Mertens, de 25 años, obtuvo su sexta corona como tenista profesional y su segundo título de la categoría WTA 500, demostrando porqué fue la jugadora que mejor récord logro en el 2020 con 34 victorias y 13 derrotas.
Finalmente en el Grampians Trophy Jennifer Brady de Estados Unidos y la jóven María Sakkari de Grecia, ambas de 25 años, compartieron trofeo, puntos y premio económico al terminar como las finalistas de un torneo que por tiempo ya no podra celebrar su duelo final.