Con una extensión de dos años más a su contrato con los Texanos, mismo que pasó a manos de los Cardenales de Arizona, el receptor abierto DeAndre Hopkins se convirtió en el jugador no-quarterback mejor pagado de toda la historia ya que cobrará 27.25 millones de dólares por temporada (54.5 en total) con 42.75 millones extras solamente por firmar el nuevo documento.
Al jugador de 28 años todavía le restaban tres años más del acuerdo anterior de cinco con su anterior equipo de Houston y por el cuál recibía 16.2 por temporada del total de 81 millones a partir del 2018.
Los receptores que mejor salario iban a recibir en el 2020 eran Julio Jones de los Halcones de Atlanta con 22.2, seguido de Amari Cooper de los Vaqueros de Dallas con 20 millones.
En 7 años con Houston DeAndre atrapó 632 pases acumulando 8,602 yardas y 54 anotaciones. Fue líder de touchdowns en el 2017 con 13 y será el jugador más rico de la NFL (excluyendo a los mariscales) sin debutar todavía con su nueva escuadra.
Desde 2017 a la fecha nadie tiene mejores cifras que él en cuanto a anotaciones con 31 y además es segundo lugar con 315 recepciones y tercero con 4,115 yardas.
Hopkins está encantado de compartir el emparrillado y el vestidor con uno de sus ídolos como el próximo Salón de la Fama, Larry Fitzgerald y juntos podrán ayudar a su QB Kyler Murray (Novato ofensivo del año del 2019) a lograr poner de vuelta a los de Arizona en la pelea por su división, por su conferencia e incluso llegar al Super Bowl.