Redacción
Diego Velázquez el joven artista de cabello y pupilas negros entró cabalgando en la Capital madrileña en el año de 1623, ganó el puesto de pintor de cámara y conquistó la voluntad de Felipe IV pintándolo en figura de intrépido jinete, a horcajadas sobre un corcel corveteante .
El soberano, no contento con posar en persona para Velázquez, incitó a la familia real (hermanos, esposas, infantes ) y a la corte (ministros, generales, poetas, bufones, enanos) a colocarse ante el pincel capaz de inmortalizarlos.
Velázquez nació en el sur de España en el año de 1599. Recibió una buena educación, aprendió latín y filosofía e incursiono en el campo de las ciencias; al final abrazó la pintura. Estudio con Francisco Herrera el Viejo y con Francisco Pacheco. Este último lo casó con su hija en gracia a su juventud, su integridad y sus excelentes cualidades, amén de la promesa que encerraba su gran genio.
Una importante influencia marcó su espíritu. El más famoso pintor de la época visito Madrid en 1628; Rubens, maestro del claroscuro, pintor audaz de deidades paganas y voluptuosos desnudos.
De esa influenza nace esta pintura “LA VENUS DEL ESPEJO” que fue el primer desnudo femenino pintado en España, donde era un tema prohibido Gracias a la protección del Rey, Velázquez no sufrió sanciones.