Por René Sánchez

En todo el mundo los deportistas ocupan un lugar especial en el corazón de la gente. 

Sus victorias y las alegrías que estas provocan en sus seguidores convierten a un ganador en un personaje especial, a un exitoso en todo un ídolo, en alguien a quien admirar y a quien tomar como ejemplo de motivación para salir adelante de algún problema y bajo cualquier circunstancia.

Sin embargo los logros deportivos aún quedando escritos en los libros de récords suelen ser efímeros y siempre, tarde o temprano, habrá alguien que llegue para igualarlos o incluso romperlos. 

Por eso, cuando un deportista como Roger Federer logra ir más allá de su brillante trayectoria, con acciones que nada tienen que ver con su especialidad, entonces vale la pena reconocerlo y apoyarlo, tal y como están haciendo en Suiza con la imagen del veterano tenista, que aún buscando mayores logros en su carrera antes de un inevitable retiro, ya dejó un legado como ser humano, como una persona que sin pedir ni esperar nada a cambio, está dispuesto a sacrificar parte de su tiempo, de su vida e incluso de su dinero merecidamente ganado a manos llenas gracias a sus enormes facultades y a su carácter. 

Eso es lo que realmente cuenta en la vida y por ello la Fábrica Nacional de Moneda de la nación helvética tomó la agradable e histórica decisión de acuñar a partir del próximo 23 de enero 55 mil piezas de una moneda conmemorativa con denominación de 20 francos con el rostro del nacido en Basilea, con el fin de inmortalizarlo por su grandes triunfos que incluyen 103 títulos en torneos profesionales incluidos 20 de Grand Slams, pero también por su incansable labor social, por sus actividades a beneficio de los más necesitados, por su trabajo con la UNICEF como uno de sus embajadores más comprometidos y dispuestos a mejorar la vida de los demás como un agradecimiento por los dones recibidos como deportista de elite. 

Y en Suiza nadie cuestionó esta decisión. Por el contrario es tanta la expectativa ante la fabricación de esta primera serie hecha de plata, que ya está prácticamente agotada antes del cierre de preventa contemplado para el 19 de diciembre comenzando por ello la Swissmint ya en breve el plan y la operación para acuñar otra moneda conmemorativa de 50 francos y que será de oro, a partir de mayo del 2020. 

Lo que sorprende aunque ya es común para todos en Suiza es ver como este nuevo reconocimiento y homenaje en vida para Federer, no ha cambiado en nada su forma de ser, tanto que hasta se ha declarado “muy apenado” ante tantas muestras de cariño que aseguró “no merecer”, y que simplemente son palabras de un genio de la raqueta, pero sobre todo de un gran ser humano.