La MLS y sus jugadores están muy lejos de llegar a un acuerdo para poner en marcha la temporada 2020.
Las propuestas de la Liga no han sido del agrado de los futbolistas ni en el tema deportivo ni en el tema económico.
Resulta que la “gran” idea de los dirigentes de levarse a todos los equipos, aislados, a una sola sede, en Orlando, Florida, no fue tan bien recibida por los actores del juego, que no desean estar separados de sus familias durante cerca de 10 semanas, y mucho menos en momentos de tanta tensión en el país con la pandemia del covid-19 y las protestas de racismo y la ola de descalificaciones hacia el gobierno de Donald Trump.
Algunos representantes del gremio de jugadores hablaron incluso de que los querían encerrar en una “cárcel de lujo”, ya que ciertamente el World Wide World of Sports de Walt Disney cuenta con todas las comodidades y lujos para concentrar a los futbolistas, pero lla mayor parte de ellos, sobre todo los casados y con hijos, no desean alejarse de sus familias bajo ninguna circunstancia.
Además en el tema económico tampoco han llegado a un acuerdo pese a que los futbolistas ofecen ayudar a la MLS con ceder hasta 100 millones de dólares de sus respectivos salarios (en rebajas, reducciones, aplazamientos, etc) para aliviar un poco y compartir con los directivos las afectaciones y el impacto de la inactividad y la falta de ingresos por la pandemia.
Sin embargo, la Liga pensaba en un principio en reducir hasta en un 50% el gasto en salarios, excluyendo del acuerdo a quienes devengaran menos de 100 mil dólares al año.
Los montos fueron cambiando y la MLS bajó su propuesta al 20% y por último al 8.75, pero el gremio de jugadores no aceptará más que el 7.5 de recorte.
Y todavía hay otro punto en conflicto, el de la cláusula de “fuerza mayor” por la que, en caso de un rebrote de la pandemia o ante alguna otra catástrofe, cualquiera de las dos partes puede retirarse del acuerdo para disputar la temporada y reducir salarios si las taquillas por asistencias a los estadios descienden en un 25% o más.
Falta además en breve, la discusión de la repartición de los ingresos por los derechos de transmisión a partir del 2023 y ahí también hay disputa pues la Liga ofrece 35% de aumento, diferido al 10% para 2023 y 25% para 2024, mientras que los futbolistas piden 17% en 2023 y el 25% al siguiente.