Por Karina Elián Salinas
A lo largo de la historia se han escrito libros representativos de una época, en la literatura contemporánea contamos con un escritor estadounidense quién con un estilo sobrio acompañado de elementos trágicos retrató importantes acontecimientos del siglo XX, nos referimos a “Ernest Hemingway”.
Inició su carrera en el periodismo en la Ciudad de Kansas, en ese tiempo Estados Unidos envió sus tropas a la Primera Guerra Mundial, por lo que Hemingway siguió al “Cuerpo de Expedición Americano”, pero debido a un defecto en su ojo izquierdo fue excluido como combatiente, logrando ser aceptado únicamente como conductor de ambulancia de la Cruz Roja para partir hacia Italia.
Después de sufrir heridas de gravedad durante la guerra, el escritor regresó a Estados Unidos en 1919, para reanudar su trabajo como periodista.
Tiempo después se dirigió a Francia donde conoció una literatura vanguardista al relacionarse con los miembros de la llamada “Generación Perdida”, la cual estuvo formada por un grupo de escritores estadounidenses que vivieron en Paris y en otras ciudades europeas en el periodo que comprendía desde el final de la Primera Guerra Mundial hasta la Gran Depresión.
Participó como corresponsal en la Guerra Civil Española y en la Segunda Guerra Mundial, acumulando experiencias bélicas que conformaron parte de sus narraciones.
El talento de Hemingway se encuentra impreso tanto en cuentos como en novelas, dentro de las cuales podemos enmarcar la obra “El viejo y el mar”, la cual fue escrita en Cuba, y en la que nos describe la historia de un anciano pescador que recuerda su juventud con amargura, al encontrarse en una etapa de su vida en que ya no tiene fuerzas para seguir con su labor, al pasar 84 días sin pescar nada decide adentrarse en el mar donde libra una prolongada batalla con un enorme pez.
Esta historia le valió a Hemingway el “Premio Pulitzer” en 1953, siendo considerada como la obra de ficción más importante del escritor.
Un año después la obra completa del periodista fue reconocida con el “Premio Nobel de Literatura”.
La crítica literaria opina que la escritura ayudó a Ernest Hemingway a enfrentar una vida compleja y complicada, y a hacer a un lado todos los acontecimientos críticos que presencio en aquella época.
Lo que es innegable es que sus obras marcaron a la literatura universal ya que no solo relato esos acontecimientos de manera ficticia, sino que los retrató de manera única gracias a que fue parte de ellos.