Con todo lo que estamos viviendo alrededor de una guerra, la cultura da un paso para llegar a la paz por medio de la belleza de la danza, así es como unidos para mandar un mensaje contra la guerra en Ucrania, renombrados bailarines internacionales, de Rusia a Argentina, pasando por Japón, Francia y Cuba, emocionaron al público londinense el sábado en una gran gala de recaudación de fondos. Manifestando que:
“Esta noche estamos aquí por la democracia, para defender la libertad y los valores humanos”, dijo visiblemente conmovida la bailarina rumana Alina Cojocaru, coorganizadora del evento que recaudó 140.000 libras (185.000 dólares, 167.000 euros).
Es así como bailarines y músicos donaron su trabajo y el dinero se destinará al Disasters Emergency Committee (DEC), plataforma formada por la Cruz Roja británica y otras 14 oenegés humanitarias, para ayudar a las víctimas de la guerra.
En dicho evento el London Coliseum se puso en pie para escuchar el himno de su país cantado por la contralto ucraniana Ksenia Nikolaieva con el coro de la English National Opera.
Tomaron después el escenario grandes estrellas como la rusa Natalia Osipova, la argentina Marianela Núñez y la japonesa Fumi Kaneko del Royal Ballet. También la ucraniana Katja Khaniukova, el español Aitor Arrieta y la estadounidense Emma Hawes del English National Ballet, entre otros.
FOTO: EL TEATRO COLISEUM DE LONDRES LUCE UNA BANDERA UCRANIANA EN SU FACHADA ANTES DE LA GALA BENÉFICA “DANZA POR UCRANIA”.
Dentro de los performances presentados durante esta gala, interpretaron 13 cortas coreografías, del clasicismo jovial y acrobático de “El corsario” de Marius Petipa a la danza rabiosamente contemporánea de Wayne McGregor en “FAR”, pasando por el intimismo desgarrador de Gyula Pandi sobre “Lacrimosa” del requiem de Mozart.
EL PODER DEL ARTE ANTE LOS CONFLICTOS BÉLICOS
“Como artistas, tenemos talento y debemos utilizarlo para decir lo que creemos. El arte tiene una voz y esa es la voz que utilizamos”, dijo Putrov, que fue bailarín principal del prestigioso Royal Ballet londinense de 2002 a 2010.
Convertido desde entonces en productor y viendo su país desgarrado por la guerra, decidió junto a Cojocaru movilizar al mundo del ballet en este “llamamiento humanitario”.
Dos semanas después habían reunido un plantel de excepción para recaudar fondos que salvarán vida y mandar un mensaje, no solo a Occidente, sino a los rusos, según el artista en sus propias palabras.
Esperemos que existan más llamados a la paz por todas las vías posibles del arte, ninguna de sus disciplinas es ajena a la libertad y a la búsqueda de la humanidad, así que no existe mejor medio de recuperación de la tranquilidad en las naciones como la expresión y pasión del arte, en caso específico en el poder de la danza.