FOTO: GRUPO FÓRMULA
Con una crisis sanitaria como común denominador para cada uno de los atletas paralímpicos, este 5 de Septiembre llegaron a su culminación los Juegos Paralímpicos Tokyo 2020.
En cada una de las disciplinas deportivas vimos a los atletas dar todo su esfuerzo al 1000%, a pesar de las ya conocidas frustraciones o limitantes para estos atletas, le sumamos la gran problemática existente debido a la pandemia. Pero al llegar este día, cada uno de esos exponentes debe sentirse doblemente orgulloso no sólo por su desempeño sino por las adversidades que se añadieron este año tan bizarro.
EL RIESGO SIEMPRE LATENTE
“Hubo muchas veces en las que pensamos que estos Juegos no podrían celebrarse incluso antes de que fueran retrasados un año, y también después, pero en todas esas situaciones siempre tuvimos el apoyo del lado de Japón”, dijo Parsons, quien también se acordó de las “muchas noches sin dormir” y de “todas las difíciles decisiones que se han tenido que tomar”.
Fueron las palabras textuales del Presidente del Comité Paralímpico Internacional, Andrew Parsons.
Y es que en este caso de la entrega paralímpica, que ya de por sí cuenta con muy poco apoyo y cobertura de medios en comparación con los Juegos Olímpicos, la persistencia por que los deportistas estuvieran expuestos a mayores riesgos de contagio por el covid-19 eran un punto que ponía en jaque a esta edición de los Paralímpicos, afortunadamente se pudieron realizar y hoy dicen adiós
FOTO: EL SIGLO DE TORREÓN
LOS RITMOS DE LA FUERZA PARALÍMPICA
El tema de la inclusión a todas las discapacidades fue una perfecta constante en esta despedida paralímpica, además aderezada con la música de un D.J., un baterista, guitarrista y un tecladista, envueltos en colores neón, iniciaron los últimos destellos de la llama de los Juegos Paralímpicos.
Tras el izamiento de la bandera de Japón y de los Juegos Paralímpicos, en presencia del emperador Naruhito y de Andrew Parsons, en el Estadio Olímpico, comenzó el desfile de las banderas de las naciones participantes, incluyendo la bandera mexicana llevada por el taekwondoín y medallista de oro, Juan Diego García.
El tema seleccionado para apagar la llama del pebetero paralímpico fue la pieza maestra del gran Louis Armstrong; What a wonderful world, bajo el piano de Gohei Nishikawa y Atsushi Okuno en la voz, la llama paralímpica se fue extinguiendo gradualmente.
Finalmente la entrega de las últimas medallas, dio paso a la culminación total con el cambio de estafeta en la espera de los Juegos Paralímpicos de París 2024.
Con una grato sabor de boca detrás de la escucha del tema de Armstrong, y de lo logrado por nuestros atletas paralímpicos mexicanos, quedamos en esa cuenta regresiva de los juegos cuyo anfitrión espera en Europa, en los que contemos con que se vivan tiempos mejores, un gran reto para Francia y seguramente una victoria más para nuestros deportistas.