Nos adentramos en una cinta que enlistó la fila de las nominadas, cerraremos este recorrido con el film “EL JUICIO DE LOS SIETE DE CHICAGO”, la cual está basada en hechos reales.
Veamos qué hay detrás de esta historia:
Un juicio que puso a Estados Unidos en jaque a finales de los años 60 inspira la película protagonizada por Sacha Baron Cohen y Eddie Redmayne. Tras ganar los Globos de Oro y los Critics’ Choice Awards se abre camino para los premios de la Academia.
En medio del ajetreo de un polémico y tenso juicio, un hombre pierde por completo la paciencia. Su interlocutor, uno de los acusados en el proceso, es un afroamericano de 32 años a quien se le imputa haber sido parte de una conspiración para generar violentos disturbios durante una protesta ocurrida en agosto de 1968. También está señalado por el cargo que ostenta: es uno de los fundadores de una organización de izquierda, considerada radical, que reivindica el poder de la comunidad afroamericana y que dice estar siempre alerta ante la posibilidad de actos violentos ejercidos por la policía contra ellos. Sin embargo, también han sido señalados por violencia.
VOCES CONTRA LA GUERRA DE VIETNAM
Por ello los políticos de la época decidieron ejemplarizar a la juventud eligiendo a 8 jóvenes y acusándolos de conspiración. En “El Juicio de los 7 de Chicago”, su director Aaron Sorkin convierte la historia en película y vuelve a demostrar su capacidad para escribir un guión que nos mantiene atentos a cada coma, a cada espacio para respirar.
Los actores demuestran que cada escena es importante, ya que Sorkin ha encontrado, por fin, su espacio como director. Sacha Baron Cohen representando a Abbie Hoffman, se convierte en el Don Quijote personal de Sorkin, dando alas al idealismo contra la injusticia.
FUERZA EN SU GUION
Se dice que la mejor película que tiene Netflix para competir es de hecho esta cinta, la cual Sorkin escribió en el 2007 para Steven Spielberg, de quien heredó las riendas de la dirección.
El juicio de los 7 de Chicago encuentra el equilibrio justo entre el teatro de la sala del tribunal con una consideración más profunda del contexto entre el tumulto político-histórico de finales de los años 60, con guiños a los asesinatos de Martin Luther King Jr. y Robert F. Kennedy, así como al número cada vez mayor de soldados estadounidenses enviados a Vietnam.
Su guion es sumamente elogiable, incluso el actor Sacha Baron Cohen, se expresó de su director como un “Shakespeare de hoy en día”, sin dejar de lado su afición a Cervantes en su narrativa quijotesca.