No hubo milagro para el Barcelona en el Parque de los Príncipes y los catalanes quedaron fuera de la Champions tras empatar 1-1 en el juego de vuelta y perder 5-2 en el global de la serie de octavos de final.
No se repitió la hazaña del 2017 cuando los culés remontaron una desventaja de 4-0 ante el PSG para ganar 6-1 en la vuelta y calificar. 
Esta vez, incluso con la ausencia del brasileño Neymar, y con una muy floja actuación del club francés, la historia fue diferente.
Tres llegadas claras, una fallida  chilena de Messi además de un tiro al poste de Serginho Dest, fueron los mejores  acercamientos del equipo azulgrana en los primeros 25 minutos del duelo, antes de que Kylian Mbappé marcara el 1-0 y 5-1 global a través de un penal por una tonta falta de Clement Lenglet sobre Mauro Icardi a los 30 minutos. 
Aún así, los culés no se desanimaron y si Dembelé perdonó dentro del área hasta 3 veces, Lionel Messi no lo hizo, empatando al 37 con un riflazo fuera del área que no pudo controlar Keylor Navas dejando la ida 1-1 y el global 5 a 2, mismo que pudo acortar el propio Messi si el argentino no hubiera fallado un penal a los 45 minutos.
El equipo de Ronald Koeman siguió intentando a lo largo del partido pero ya no tuvo claridad y su ataque fue muy atropellado y repetitivo. Sin cambios en el marcador se acabó el juego con el 5-2 definitivo y con un Barcelona que no se perdía los cuartos de final de la Liga de Campeones de europa desde la temporada 2006-07 y que no es campeón de la Champions desde el 2005.
Como si fuera el fin de una era, la Champions no tenía la ausencia de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi al mismo tiempo desde el 2005.