Por René Sánchez 

Quiso, pero no pudo. Santos, el mejor de la fase regular está eliminado. Una víctima más de la maldición del superlíder ya que en la historia de las liguillas en sólo 20 de 70 ocasiones el primer lugar de la tabla logró coronarse y en 46 torneos cortos únicamente 6 líderes fueron campeones, apenas el 14%. 

Los Guerreros regresaron a casa tras perder 5 a 2 con el Monterrey en la sultana, una enorme desventaja y una losa en el aspecto anímico, pero aún así los de la Comarca intentaron recuperarse, sin embargo sólo pudieron marcar uno de los tres goles que necesitaban, obra de Brian Lozano al minuto 19 con tremendo zapatazo que dejó parado a Marcelo Barovero, haciendo el uruguayo renacer la esperanza en la afición verdiblanca que abarrotó su estadio. 

Empero en realidad el boleto para los Rayados nunca estuvo en riesgo, porque tras el tanto del charrúa, solamente una vez más en todo el primer tiempo pudo el equipo de Guillermo Almada poner en peligro el marco del “Trapito” que tuvo inesperadamente una noche relativamente tranquila. 

Antonio Mohamed, el estratega de los regios jugó de manera inteligente, sin renunciar por completo al ataque y al mismo tiempo sin dar concesiones en la zaga, anulando por completo a un líder que se vió inoperante, inofensivo, predecible y sin ideas claras, hasta que llegó el empate rayado al minuto 57, originado por un error de los de casa que regalaron otro de sus 15 tiros de esquina generando un contragolpe de Jesús Gallardo, quién entregó para Vincent Janssen y el holandés sólo empujó para igualar cifras, pero el festejo debió esperar 4 minutos porque la acción se revisó en el VAR hasta que fue concedido el tanto acabando con la ilusión de todos en territorio lagunero. 

Y ahí acabó todo. El resto fue puro trámite y desesperación para Santos mientras para los Rayados representa la continuación de un relevon hasta ahora casi perfecto por parte del Turco que sigue invicto en su segunda etapa al timón de los norteños y ya en las semifinales del Apertura 2019.