A la obligada ausencia del US Open del actual número 3 del mundo por la intervención quirúrgica a la que fue sometido Roger Federer, se suma ahora la de la segunda mejor jugadora para la WTA, Simona Halep.
La rumana, ante las fuertes medidas de seguridad y las restricciones para viajar a los  Estados Unidos, declinó participar en el último y único Grand Slam de la temporada 2020 y prefirió avocarse a buscar actividad en el continente europeo, dónde en general, los problemas sanitarios han ido disminuyendo paulatinamente. 
Halep, de 28 años y ganadora de 26 títulos entre singles y dobles a lo largo de su carrera, ya fue monarca de Roland Garros en 2018 y Wimbledon en 2019, pero todavía tiene pendientes los cetros del Abierto de Australia, del que fue finalista en 2018, y del US Open, en el que solamente ha llegado a las semifinales, en el 2015.
La organización del evento en Flushing Meadow teme ahora que muchos otros jugadores y jugadoras, por el pánico a un posible contagio en norteamérica, tomen decisiones similares, tal y como lo anticipó Novak Djokovic, lo que generaría aún mayores pérdidas al torneo, cuyo interés y expectativa irá bajando conforme otros nombres se vayan borrando del cuadro principal. 
El Abierto de los Estados Unidos, que será del 31 de agosto al 13 de septiembre, podría sufrir la total ausencia del Big3, ya que con Federer afuera, con Nole amenazando no ir y con Rafael Nadal lleno de dudas, el gran certamen podría convertirse en otro cualquiera, pues además entre las damas, las más mediáticas como la hispano-venezolana Garbiñe Muguruza y la estadounidense Serena Williams también han manifestado no querer afrontar ningún riesgo innecesario, aunque hoy la menor de las Williams parece haber cambiado su discurso y seguir con su objetivo de alcanzar a Margaret Court, la máxima ganadora histórica de Grand Slams con 24, sólo uno más que Serena.