Buscando regresar de la mejor manera a las competencias de la temporada 2020 de la Fórmula Uno, varias escuderías encontraron un “hoyo” en el reglamento para poder subir a sus pilotos a un monoplaza antes del esperado arranque oficial el 5 de julio en el circuito de Spielberg con el Gran Premio de Austria, e incluso antes de las primeras sesiones de calificación, el 3 de julio.
El reglamento de la F1 prohibe realizar tests con los autos que se utilizarán en la temporada pero no restringe la utilización de bólidos de dos años atrás, lo que será aprovechado por los nuevamente grandes favoritos Mercedes y Ferrari, para darle minutos sobre la pista y ritmo de conducción a sus estrellas del “Gran Circo” después de tanto tiempo sin tener contacto con las máquinas.
Lógicamente habrá muchos detalles que no podrán ser evaluados por los pilotos ni por los ingenieros ya que los autos van evolucionando cada temporada, pero ante las actuales circunstancias, eso pasará a segundo término mientras los pilotos vuelvan a sentarse en una cabina detrás de sus volantes para recupera “tiempos y distancias” en el manejo, que virtualmente (en simuladores) nunca será lo mismo.
Por eso otros equipos como McLaren, Red Bull y Renault no podrán hacer algo similar ni programar ninguna prueba “sobre” los monoplazas, primero porque las dos primeras escuderías equipaban sus autos con unidades de potencia de Renault, pero al romper relaciones y cambiar a unidades de Honda se perdió toda posibilidad, mientras que en el caso de Renault su unidad de potencia tendrá que ser enviada a su fábrica de Woking y el personal que intervenga en su instalación tendrá que pasar por cuarentena 15 días y además el equipo francés esta sumido en una crisis financiera que no le permitirá costear pruebas extras a las programadas en el calendario original.
Por ello algunos pilotos como Carlos Sainz aprovecharon su buena relación con equipos de otras categorías para rodar algunas vueltas con monoplazas de Fórmula 3 y 2 tan sólo para reactivarse física y técnicamente.