Los Juegos Olímpicos del 2020 que fueron pospuestos para el 2021 serán austeros y reducidos, así lo informó la Gobernadora de Tokio, Yuriko Koike.
Ante los evidentes efectos de la pandemia del covid-19 y la difícil situación social, sanitaria y económica en la que quedará el mundo, el Comité Organizador japonés de la justa veraniega hará ajustes para racionalizar y simplificar la competencia y la logística que ésta implica, por lo que las Ceremonias de Inauguración y Clausura ya no serán tan fastuosas como se había planeado y además en las mismas participarán menos personas de las que se tenían en mente, incluyendo atletas y  aficionados en las gradas del Estadio Nacional. 
Con el aplazamiento de los Juegos los parámetros del presupuesto original se triplicaron y ahora habrá que equilibrar las finanzas y comenzar de nuevo en muchos rubros como la reorganización de las sedes, del alojamiento y del transporte, dónde tendrán que ser aplicadas medidas extremas de sanidad, incluyendo pruebas para la detección del coronavirus u otras enfermedades altamente contagiosas. 
Tanto Shinzo Abe, Primer Ministro del Japón, como Yoshiro Mori, Presidente del Comité de Tokio 2020, confían que en los próximos meses se hallará una vacuna que diluya cualquier temor para asistir a la justa, pero, sin ser fatalistas pero si realistas también se plantean la cancelación definitiva de los Juegos Olímpicos si la pandemia no está controlada al 100%, ya que la prioridad será siempre, señalaron ambos, la salud y la seguridad de las personas.
La fecha en la deberán iniciar los Juegos en el 2021 es el 23 de julio, pero en diciembre podría tomarse una decisión definitiva para el futuro de la reunión deportiva más importante del mundo.