Los peloteros de Grandes Ligas respondieron a los propietarios de equipos con una propuesta de calendario de 114 juegos para la atribulada temporada del beisbol estadounidense del 2020, una cifra muy superior a los 80 que se habían planteado por parte de los dirigentes.
Además y lo más importante en la discusión entre ambas partes es que los jugadores no aceptarán un nuevo recorte salarial después del ya acordado en marzo, cuando comenzaron los problemas de la pandemia del covid-19.
El plan de los beisbolistas es arrancar la campaña en su fase regular el 30 de junio y que la misma termine, incluyendo playoffs y Serie Mundial, el 31 de octubre, casi cinco semanas después de lo que proponen los dueños, que es cerrar actividades el 27 de septiembre.
Para ello los jugadores están dispuestos a realizar las jornadas dobles que sean necesarias para cumplir con el rol de juegos.
En lo poco que están de acuerdo unos y otros es en el aumento de equipos en la postemporada, de 10 a 14, pero mientras los de traje sólo desean este formato en 2020, mientras que lo de franela quieren que se repita también en el 2021.
En cuanto al dinero el sindicato de jugadores está de acuerdo en recibir el 70% de su salario pero el proyecto de la MLB es generar una escala o tabulador móvil en los que los peloteros que estén dentro del pago mínimo de 563,500 dólares anuales reciban solamente el 47% y que los de mayor sueldo como Mike Trout o Gerry Cole, con beneficios arriba de los 36 millones de dólares anuales, únicamente perciban el 23% o menos de lo que corresponda a este 2020 en sus contratos multianuales.
Además los jugadores, pide el sindicato, estarán individualmente en libertad de decidir si aceptan jugar o no bajo estas condiciones, pero si no desean arriesgarse a un posible contagio, no recibirían salario durante todo ese tiempo.
En el caso de un rebrote de la pandemia que impida llevar a cabo la postemporada, el sindicato exigirá 100 millones de dólares de los 2,800 millones en salarios que quedarían aplazados con intereses y que serían cobrables a partir de noviembre del 2021 en una primera parte y en noviembre del 2022 en la segunda, un derecho que tendrían sólo aquellos peloteros cuyo salario original fuera de 10 o más millones de dólares, estimando el sindicato que las franquicias con los sueldos más altos de la Liga recibirán hasta 7 millones en compensaciones.