La WTA tiene un plan para reiniciar actividades y es hacerlo el próximo 23 de junio, a puerta cerrada, con el Torneo de Charleston, en los Estados Unidos, un evento que estuvo programado originalmente para llevarse a cabo el pasado mes de abril y que ya no pudo celebrarse por la suspensión de todas las competencias a partir del 31 de marzo.
Hasts ahora jugadoras de prestigio como la norteamericanas Sloane Stephens y Madison Keys, Sofia Kenin, estadounidense de origen ruso, la bielorrusa Victoria Azarenka, y la canadiense de sangre rumana, Bianca Andreescu, han confirmado su presencia en el certámen en la ciudad portuaria de Carolina del Sur, estado dónde ya desde hace una semana se han llevado a cabo, sin público, varias carreras de la Serie Nascar.
Cabe la posibilidad también de que la veterana Kim Clijsters forme parte del cuadro, sobre todo después de que la tenista belga confirmara su intención de seguir recorriendo el mundo en su nueva “gira” de retiro, planes que fueron alterados para la veterana por la crisis del covid-19.
En total serían 16 jugadoras las que tomen parte del torneo en Charleston, el cuál todavía no define cuál será su formato, pues podría no ser a eliminación directa, como siempre, sino con una conformación de grupos para poder realizar una mayor cantidad de partidos.
Ben Navarro, propietario del Charleston Tennis LLC, informó además que las ganancias del evento serán donadas para proyectos sanitarios de la Universidad de Medicina de Carolina del Sur, un motivo más para ponerle atención al plan del circuito femenino del tenis profesional para volver al ruedo con todas las medidas de sanidad y seguridad incluidas.