SIN FUTBOL EN MEXICO…QUIÉN PIERDE MÁS?
En 77 años de la era profesional del futbol mexicano nunca se había cancelado un torneo oficial de liga. La única ocasión que algo así sucedió fue hace 87 año, cuando por un desacuerdo entre los clubes existentes, la campaña de 1930-1931 sólo duró dos jornadas ya que la Federación Mexicana De Futbol, fundada 8 años atrás, canceló la competencia y declaró desierto el trono, sin campeón.
Hoy en 2020 y tras haber superado eventos trágicos como sismos de gran magnitud, un mortal brote de influenza, una amenaza de huelga arbitral y diversas problemáticas con el gremio de futbolistas, el pueblo mexicano, el deporte y el balompié no han podido vencer al covid-19 y el temor a sus consecuencias, así como la congruencia, finalmente se impusieron para que los dueños de clubes acordaran olvidarse definitivamente del Clausura 2020 para ponerse a pensar en la salud de todos y volver hasta agosto o quizá septiembre, con el Apertura 2020.
Las consecuencias por otro lado serán muchas y muy distintas, empezando con el tema deportivo, porque vaya mala suerte la del Cruz Azul, líder del torneo después de 10 jornadas y con un gran nivel de juego, pero que no podrá culminar ese gran trabajo perdiendo la oportunidad de romper su larga sequía de casi 23 años sin conquistar un título de liga.
La “Máquina celeste” había ganado 7 partidos con solamente 2 derrotas y tendrá que empezar de cero otra vez, al igual que León, Santos y América, los que les perseguían en la tabla.
Para ellos y en general para todos los jugadores y entrenadores este semestre podrá calificarse como perdido.
En lo económico el panorama no es mejor ya que todos perderán dinero y mucho. Los clubes al acumular prácticamente 6 meses (de marzo hasta agosto) sin ingresos por taquillas, sin venta de esquilmos en las gradas, sin muestra de patrocinios en pantalla y quizá sin el pago total de los derechos de transmisión por televisión de sus partidos en casa, teniendo que pagar salarios altos y nóminas muy elevadas, algo que seguramente va a provocar un colapso si los futbolistas y entrenadores no aceptan reducciones de salario o de plano nuevos contratos.
La misma Liga MX verá afectados sus intereses sin la actividad pactada con sus sponsors y tendrá que abrir sus arcas para apoyar a sus afiliados al igual que la Federación Mexicana de Futbol, sin juegos de Selección Nacional, lo tendrá que hacer con los integrantes de sus Comisiones de Arbitraje, de Sanciones, de Resolución de Controversias, etc.
Para la prensa y los medios de comunicación también habrá problemas. Sin su gran circo, sin su mejor evento, sin el producto que les genera la existencia, sin nada que ver y muy poco que decir. Sin pantalla no hay rating y sin él tampoco hay venta. Así de claro y concreto.
Todo lo que rodea la empresa futbolística en México sufrirá estragos. Los vendedores de camisetas y artículos deportivos al interior y al exterior de los estadios. Los que distribuyen cervezas y refrescos. Los transportistas, de mercancía y personas, hasta llegar al aficionado que tendrá que seguir esperando para disfrutar y compartir su gran pasión.
Las pérdidas hoy serán incalculables, los perjuicios incontables, la frustración insoportable, pero al mismo tiempo habrá que entender que hay cosas que no tienen costo y que valen mucho más la pena, como la salud y la vida.