No solamente muchos seres humanos han colapsado por el coronavirus covid-19. También muchas empresas han llegado o estan cerca de su final y esa es precisamente la triste historia de la XFL, una liga de futbol americano profesional que intentó competir y alternar con la NFL sin resultados positivos y que en este 2020, cuando apenas iniciaba su segunda etapa con altas expectativas, tuvo que cancelar actividades como muchas otras sufriendo consecuencias catastróficas, tanto que ya se declaró en quiebra ante la Corte Federal de Bancarrota en Delaware, una instancia o recurso legal que impedirá que siga acumulando deudas pero al mismo tiempo prácticamente desapareciendo del mercado empresarial ya que tres días después del anuncio de la cancelación de la campaña y de suspender operaciones, todos los empleados (jugadores, entrenadores, staff, etc) ya fueron despedidos y supuestamente liquidados e indemnizados.

Los que también serán reembolsados serán los aficionados que hayan comprado boletos o paquetes para el resto de la temporada y la mercancia o memorabilia ya solicitada y pagada de antemano será entregada tal cuál estaba estipulado a los clientes. 

Se calcula que los propietarios de la XFL, principalmente Vince McMahom a través de la empresa Alpha Entertainment, tienen actualmente entre 10 y 50 millones de dólares entre activos y pasivos, con varios créditos no garantizados con fiadores como los propios entrenadores en jefe Bob Stoops y Marc Trestman, y quienes quedarán en la lista negra debido a la insolvencia económica de la empresa que volvió a la carga este año con 8 franquicias (equipos) y alcanzando a disputar solamente la mitad de su calendario, 5 de 10 semanas, con ratings por encima de lo pensado según reportes de las televisoras que estaban transmitiendo su temporada. 

Al momento de la suspensión el mejor equipo eran los Roughnecks de Houston con 5 victorias y ninguna derrota. 

Entre lo positivo que dejó este nuevo intento de la XFL es que varios de sus jugadores podrán buscar un sitio en las franquicias de la NFL ya que serán totalmente libres para negociar e incluso algunas de sus estrellas como el quarterback de los Roughnecks, P.J.Walker, ya llegaron a un acuerdo (con las Panteras de Carolina) para dar el salto deseado y una nueva oportunidad tras un fallido paso con los Potros de Indianapolis en el 2017.