Dicen que con poder obtienes todo, pero desafortunadamente que ni ganando los millones tienes la certeza de ser feliz. Ahí el lema “El dinero no compra la felicidad”.

Declaraciones de Steve Lott quien era miembro del equipo de Mike Tyson, cuando empezaba a brillar en el mundo del boxeo. 
“Cuando Mike se convirtió en campeón mundial el seguía durmiendo en su sillón favorito no tenía joyas, ni si quiera tenía ropa se quedaba en mi departamento y cuando me ponía mi ropa interior me daba cuenta que estaba estirada, entonces le decía oye Mike ya es hora de que compres tu propia ropa y el me respondía “no, no quiero gastar mi dinero en eso” tenía los valores que “Cus” D’Amato le había inculcado. 
Pero era el niño más feliz del mundo cuando mirabas su cara en cualquier video o entrevista de aquella época cuando estaba Cus le brillaban los ojos. Después de que se fue Cus se enamoró de Robin Givens, ella y su madre se dedicaron a una sola cosa “robarse el dinero de Mike” fingió estar embarazada para que Mike se casará con ella y una ves casados ella se dedicó a gastar su dinero en joyas y lujos. 
Cuando se divorciaron Mike estaba destruido física y mentalmente, también llegaría Don King quien se convirtió en su nueva figura paterna quien también solo le interesaba robarse su dinero. 
Despidió al equipo de Mike, el equipo que había dejado Cus D’mato para cuando el no estuviera y en tan solo 18 meses después Mike Tyson perdía por KO su invicto ante Buster Douglas y jamás volvería hacer el mismo. Don King le quitó a Mike lo que D’mato le había enseñado y se dedicó a auto destruirse.
El hombre que se pudo a ver convertido en el mejor peso pesado de la historia estaba acabado a los 30 años. 
En la foto de arriba se observa a Mike Tyson cuando aún no era campeón mundial, feliz sin millones de dólares, pero feliz y en la foto de abajo un Mike Tyson siendo campeón mundial ganando millones de dolares acabado física y mentalmente bajo las influencias de las drogas y el alcohol.

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De ahí es el titulo del encabezado la importancia de rodearte con la gente correcta.