A pesar de la controversia que gira en torno a la vida del cineasta Woody Allen, su arte sigue creando más obras cinematográficas que muestran el talento del genio estadounidense que vive enamorado del jazz, la ciudad de Nueva York, los problemas existenciales del ser humano, y por supuesto del cine.

Pero es muy probable que nos estemos acercando al final de su carrera en el séptimo arte pues con su más reciente obra denominada “Golpe de suerte en París”, se habla sobre la posibilidad de que este sea su último trabajo en el cine.

Esta cinta se caracteriza además por ser la primera producción hablada en francés, algo que es totalmente diferente al idioma base que siempre ha sido el inglés en las producciones de Allen, pues a pesar de contar con obras creadas en Roma y España, y de contar con otra cinta como “Medianoche en París”, siempre ha sido un gusto particular del cineasta el filmar en inglés.

La cinta acaba de estrenarse en las salas de cine de Argentina, y cuenta con la participación actoral de Lou de Laage, Niels Schneider y Melvil Poupaud, el trío protagónico y sentimental del relato, este elenco fue elegido a distancia por Allen mientras adaptaba el guion a una trama parisina en su totalidad.

UNA OBRA QUE PODRÍA CERRAR EL LEGADO DE ALLEN EN EL CINE

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La trama  navega en la historia de una mujer casada cuyo reencuentro con un ex compañero de estudios la pone en un camino de una infidelidad que se entrelaza con el crimen. Como suele ocurrir en las historias de Allen, la cinta se ambienta con las calles, los cafés y los lugares emblemáticos de la ciudad de la luz, lo que además cuenta con el ojo crítico del italiano Vittorio Storaro quien es el director de fotografía de Woody, y quien además lo ha acompañado en otros títulos recientes.

Se dice que la decisión de filmar en tierras parisinas, con talento e idioma original de la ciudad francesa se debe en gran medida por la “cancelación” de Allen en los Estados Unidos, consecuencia del eterno retorno de las mil y una acusaciones legales de sobra conocidas, ninguna de ellas probada hasta ahora en los juzgados.

O por otro lado solo se trate de una afición del director por darle vida a su guion a través de lo que la ciudad e París puede contar, pues no podemos olvidar que para Allen los lugares donde crea sus cintas se vuelven otro protagonista de la obra.

La parte sonora en la cinta es también uno de los sellos emblemáticos de Allen, pues la BSO está orquestada por el gran Herbie Hancock, Nat Adderly, Modern Jazz Quartet, en otros exponentes del jazz identificados con los años 60s y con quienes Woody intenta a su vez tender un puente con aquellas películas francesas que veía en su juventud en Nueva York.