La fusión entre el deporte y la danza estarán expuestos en las próximas olimpiadas de 2024, y es que el break dance se ha sumado a las disciplinas que estarán en la contienda.

Esta decisión puede causar revuelo en quienes no consideren a esta actividad como un área dentro del deporte, pero si volvemos un poco al pasado podremos darnos cuenta de que en la antigüedad la danza ha estado presente de una u otra forma.

En los antiguos juegos de Olimpia nunca fueron estrictamente pruebas deportivas, atléticas y ecuestres. Y otras competiciones, en particular en Delfos (los Juegos Píticos, los más importantes de los Juegos Panhelénicos después de los de Olimpia), incluían en su programa pruebas musicales y artísticas.

Sin mencionar siquiera el patinaje artístico, que forma parte de los Juegos de Invierno, no hay nada nuevo en combinar deporte, música y danza en un mismo espectáculo o evento.

EN LA ANTIGÜEDAD LA MÚSICA Y DANZA ESTABAN PRESENTES EN LOS JUEGOS

En aquella época, se contaba con músicos que en las pruebas deportivas como el salto de longitud era acompañado por un intérprete de aulós (o tibiae en latín). Este instrumento de dos tubos suele traducirse como “flauta” o “flauta doble”, pero se trata de una traducción errónea. En realidad, se trata de un “instrumento de lengüeta, probablemente de lengüeta doble, antepasado directo del salmoé de la Edad Media, y de nuestros diversos oboes y clarinetes”.

En otras prácticas deportivas, Eratóstenes, por ejemplo, escribió en el siglo III “que los etruscos acompañan sus combates de boxeo con el sonido de la flauta (aulós)” Y la mayoría de las imágenes etruscas, ya sean frescos, relieves o pinturas sobre vasos, confirman la práctica en cuestión.

La música estaba ahí para dar ritmo a los asaltos de los atletas. Era un complemento como puede ser para los remeros durante las justas náuticas estar acompañados por una pequeña orquesta, o incluso para infundir valor a los soldados que marchan a la batalla.

Otro texto griego, el de Alcimos, sugiere que esta alianza entre boxeo y música se debía a la truphê de los etruscos, un estilo de vida de suavidad, lujo y voluptuosidad.

EL PRESENTE DE LA DANZA, MÚSICA Y DEPORTE

Hablando sobre lo contemporáneo, el ballet de la coreógrafa Régine Chopinot titulado K.O.K de 1988 o, más recientemente, en Boxe Boxe de Mourad Merzouki. Muestran una combinación de danza pantomímica y lucha libre. Que dan paso a que esta fusión sea cada vez más expuesta.

Del pasado al presente, de los movimientos deportivos al ballet, todo ello ambientado con música es el movimiento de los cuerpos atléticos y artísticos lo que está en el centro de estas actividades y creaciones.

Y que ahora forman parte de la competición de Los Juegos Olímpicos de París 2024, por medio del break dance.