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A tres partidos de un nuevo título en la segunda competición europea. El Sevilla derrotó este jueves 3-0 al Manchester United de Facundo Pellistri -quien estuvo en el banco pero no ingresó- en el Ramón Sánchez Pizjuán (2-2 en Old Trafford) para regresar a semifinales de la Europa League, que ha conquistado en seis ocasiones.
El delantero marroquí Youssef En-Nesyri a los 8 y a los 81, y el defensor francés Loïc Badé, con un remate de hombro (47), dieron el pase al conjunto andaluz en esta eliminatoria histórica por la entidad del rival y por el hecho de haberse visto con un 2-0 en contra a escasos minutos del final del partido de ida en Inglaterra.
A pesar de la discreta temporada en LaLiga y de la eliminación en la fase de grupos de la Champions League, al Sevilla siempre le quedará la Europa League, una competición que parece estar hecha a su medida.
Ahora, el equipo dirigido por José Luis Mendilibar se medirá con la Juventus de Turín, verdugo del Sporting de Portugal, por un puesto en la final de Budapest.
El técnico vasco, llegado al banquillo del Pizjuán el 21 de marzo en sustitución del argentino Jorge Sampaoli, ha dado un nuevo aire al equipo, alejándolo del descenso en Liga y con el que suma ya tres victorias y dos empates.
Además, ha convertido al Sevilla en un equipo aguerrido y fajador, que no da por perdidos los partidos antes de tiempo, como ya demostrase en la ida en Old Trafford, cuando igualó 2-2 pese a ir por detrás con dos goles de desventaja a menos de diez minutos para el final.
Consciente de la importancia del choque para salvar la temporada y para mantener la ilusión al menos unas semanas más, el recinto sevillista presentó un aspecto de gala y los jugadores no tardaron en recompensar a su hinchada.
En el minuto 8 de partido, la presión alta e intensa del equipo local forzó el error del central inglés Harry Maguire en la salida con la pelota. El esférico llegó a En-Nesyri, que no perdonó el fallo del capitán con un disparo bajo desde dentro del área para batir al arquero español David De Gea.
El marroquí firmó así su segundo gol en un torneo al que el Sevilla accedió en dieciseisavos después de ser tercero en su grupo de Champions y en el que ha ido eliminando al PSV Eindhoven neerlandés y al Fenerbahçe turco.
Lejos de conceder la posesión y la iniciativa al conjunto inglés, los locales siguieron apretando. La lesión del defensor brasileño Marçao, que tuvo que ser reemplazado antes de la media hora de partido, no cambió la tónica de un partido que el Sevilla tenía controlado, a pesar de un remate de cabeza del brasileño Casemiro que se perdió alto.
Lucas Ocampos llevó un delirio efímero a las gradas a cinco minutos del descanso cuando envió al fondo de la red un centro de Marcos Acuña, pero el gol fue anulado tras revisión del VAR por fuera de juego del argentino (42).
Los dos cambios realizados en el descanso por el técnico neerlandés Erik Ten Hag no sirvieron. No habían pasado dos minutos desde la reanudación cuando un córner puesto por Ivan Rakitic fue rematado con el hombro por el central Badé, quien ya había anotado el pasado fin de semana ante el Valencia.
Y el delirio en el recinto sevillista llegó cuando de nuevo En-Nesyiri aprovechó un despeje defectuoso de De Gea al salir de su área, lo que le dejó con el arco libre para firmar el tercero de su equipo y su tercer gol en esta edición de la Europa League.
